Cuando el dichoso botón por fin accedió a salirse de su ojal, Harry deslizó la camisa de Severus hacia atrás para poder observar su torso en todo su esplendor. Era una vista magnífica. Casi tanto como la cara ligeramente sonrojada del profesor observando cada uno de sus movimientos.
El muchacho acercó la boca a un lado de su ombligo y lamió de abajo a arriba. Su lengua estaba tan caliente contra la tibia piel de Severus que este podía percibir cómo se evaporaba el rastro de saliva que dejaba la boca del chico. Lamió, besó, succionó, mordisqueó, dejando húmedo todo su torso, desde el pecho hasta la cintura del pantalón.
Snape se quitó la camisa y la mandó a tomar vientos, seguidamente se sentó en la cama, espalda contra el cabecero, recolocado la almohada para que no le incomodara.
-Creo que tengo la postura perfecta para ti esta noche, Potter.
-Me alegro, ¿qué sugieres?
-Como hoy te veo muy participativo, he pensado en una postura en la que tú llevas el ritmo. Ahora verás.
-Me parece perfecto- sonrió Potter, atacando los pantalones que, con un poco de colaboración de Snape, se fueron enseguida al piso, seguidos de los calzoncillos. Exactamente lo mismo pasó con los de Harry.
Ahí estaban, los dos completamente desnudos, toda la cama a su disposición, toda la noche por delante, una botellita de poción lubricante perfectamente ejecutada por estrenar, el deseo que corría por sus vasos sanguíneos, la excitación que palpitaba entre sus piernas, el compromiso de hacer de esa noche algo difícil de olvidar que se escapaba entre sus labios.
Snape recostó a Harry bocarriba encima de él, poniendo sus piernas de manera que él pudiera recostarse en ellas. El chico sentía el miembro de Severus en su espalda. Estaba duro y húmedo. Sonrió mirando a los ojos del adulto en anticipación a lo que venía.
-¿Dónde quedó el lubricante?- preguntó Severus, mirando alrededor.
-Aquí está- contestó Harry tendiéndoselo después de palpar la cama detrás de él.
-Gracias- susurró Snape mientras abría la botella y untaba generosamente dos dedos en el semisólido transparente.
-A ti...¡Hmm!- la primera falange del dedo de Severus había penetrado en el ano de Harry, deslizándose con suma facilidad gracias a la poción. La sensación era fantástica para el pasivo, que apretaba involuntariamente los músculos alrededor del intruso.
-¿Qué tal el lubricante?- cuestionó Severus después de subir las piernas de Harry a sus hombros. La que el chico ofrecía era una de las imágenes más eróticas que había visto en su vida: las piernas abiertas apoyadas en sus hombros, ofreciéndole un ángulo perfecto para contemplar sus testículos hinchados, su pene completamente erecto reposando contra su abdomen, su entrada empezando a ser estimulada por un dedo, su pecho subiendo y bajando junto con su irregular respiración, sus pezones... no los había tocado pero podía asegurar que estaban duros y sensibles, pero sin duda lo mejor era su carita, usualmente de ángel, crispada en una expresión extraña, debatiéndose entre cerrar los ojos extasiado y mirarlo provocativamente. Le encantaba cómo el chaval disfrutaba de la mínima caricia que él le dedicaba.
-Se siente muy bien. Está fresquito. Resbala todo... mucho mejor. Y tu dedo...- Severus empezó a mover el dedo en el interior de Harry con algo más de intensidad, cortando las palabras del muchacho, que echó su cabeza atrás hasta chocar con las rodillas del profesor y emitió un ronroneo. El dedo empujaba contra sus paredes internas, en círculos, y cada vez lo hacía más profundo, hincándose más en él. -¡Mmh...! Mete otro...- pidió, y Severus no se hizo de rogar. Sacó un poco el que ya tenía dentro, para después volver a introducirlo junto con otro más.
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Antes de Tiempo /SNARRY/
Fanfiction80/80 💤La relación entre un profesor y su alumno puede ser complicada...💤 Todo empieza en sexto curso, una noche en el despacho de Snape mientras Harry está castigado, se queda dormido y tiene un sueño premonitorio acerca de la batalla de Hogwarts...