68) Estudiante

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Antes de que Harry pudiera reaccionar Ron ya lo había guiado a través de la puerta del despacho de Dumbledore, quien se mostró ciertamente sorprendido de verlos.

El pelirrojo le explicó la situación al director mientras Harry se quedaba allí, sentado estúpidamente intentando asimilar lo que acababa de ver y oír.

Voldemort había torturado a Severus para que le revelara la dirección del cuartel general de la Orden del Fénix y le había cortado un dedo. Era realmente absurdo, pero era verdad. Y Snape no había podido resistir así que le había dado la información y ahora Remus estaba en peligro.

-Harry, ¿estás bien?- era la voz del director la que lo llamaba, y el chico lo miró prestando atención a la conversación por primera vez.

-Sí- respondió mecánicamente. -¿Cómo podemos llegar a Remus? Hermione quizá no lo haga a tiempo.

-Esperadme un segundo- dijo Dumbledore calmadamente, y miró a ambos a los ojos con el ceño fruncido con preocupación antes de desvanecerse, esfumarse sin siquiera mover un músculo, sentado en su silla, haciendo el aire moverse ligeramente a su alrededor.

-Wow- dijo Ron. -Creía que no se podía aparecer dentro de Hogwarts.

-Quizá ser él tenga sus beneficios- musitó Harry, algo más tranquilo de que el asunto ya no estuviera en sus manos. Si Dumbledore no llegaba a tiempo, nadie lo haría. Ahora se daba cuenta de la estupidez que había sido no acudir a él en primer lugar, pero en aquel momento solo había confiado en sus amigos.

Ron y él se quedaron esperando, y Harry miró a su alrededor. Hacía dos meses que no entraba en el despacho del director, desde aquella reunión con la orden en la que había visto el verdadero guardapelo de Slytherin. Recordó lo feliz que le había hecho ver a Remus en aquella reunión, recordó cuando por su olor había sabido que dormía con Severus y le había dicho que tuviera cuidado. A la noche siguiente había ocurrido el episodio que había cambiado a Harry.

Remus había predicho su tragedia, ahora él predecía la suya, y esperaba que esta vez aún estuviera a tiempo de tener cuidado.

Después de unos minutos en los que Ron silenciosamente respetó sus pensamientos mientras los primeros rayos verdaderos de sol se filtraban por las ventanas de estilo gótico, un "crack" rompió el silencio de la habitación y apareció Hermione con su ropa muggle, un poco desorientada pero firmemente agarrada del brazo de Dumbledore, que estaba tan impoluto y completamente calmado como siempre.

-Herm- la chica corrió a abrazarse a Ron, quien hizo aparecer otro sillón para ella entre Harry y él. Potter los miró de soslayo y en cualquier otro momento lo habría hecho, pero en aquel instante no se sintió con la fuerza necesaria para sonreír. En vez de eso miró a Dumbledore expectante.

-La señorita Granger llegó perfectamente a tiempo, Remus aún estaba en su casa y ya le hemos informado entre los dos de que el cuartel de la Orden ya no es seguro.

-Señor, alguien ha debido de traicionarnos- apuntó muy inteligentemente Hermione, pero Harry se sintió morir por dentro. Cerró los ojos, y casi podía sentir las miradas de Albus y de Ronald sobre él.

-El profesor Snape se vio obligado a soltar la información de la posición de nuestro cuartel general- dijo Dumbledore, el tono de su voz suave y cálido -no sin oponer resistencia.

Harry vio en su mente el dedo ausente en la mano de Snape y se estremeció ligeramente. Se imaginaba que él sufría, pero poner imágenes a ese sufrimiento era distinto. Y en su mente se preguntó una vez más si el muy tozudo habría ido a la enfermería.

Abrió los ojos y se encontró con los azules de Dumbledore directamente apuntando hacia él. A su izquierda Hermione se había callado de repente, pero eso no duró mucho tiempo.

Antes de Tiempo /SNARRY/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora