Antes de Tiempo /SNARRY/

69) Techo

(N/A: Antes de empezar deciros que en este capítulo va a ser solo una pequeña mención, pero aún así señalaré donde haya Hinny para que los que tengan problema con ello puedan saltarse esas partes si así lo quieren. Aunque personalmente no os lo aconsejo porque sería saltarse partes de la historia que también tienen su relevancia, sobre todo en el capítulo del jueves que viene.

Y no creo que pase nada por que en un fic de ochenta capítulos haya tres en los que aparezca un ship que no os gusta ¿o sí?

Ahora sí, os dejo con el capítulo)

***

Desde que Severus había empezado a tomar Sueño Sin Sueños casi todas la noches y había dejado de masturbarse cada poco, su perspectiva de vida había cambiado.

Había dejado de perderse en fantasías y recuerdos y, como su vida le parecía increíblemente vacía y sin sentido ahora que había visto más allá de sus propias narices, había tenido que buscarse otras formas de evasión y entretenimiento.

Así como Harry se había volcado en el Quidditch, él comenzó a pasar horas en su laboratorio, como en los viejos tiempos. También la cocina lo ayudó a calmar sus ansias de hacer algo útil, no es que enseñar no fuera útil, todo lo contrario, le gustaba y le llenaba muchísimo, pero no ocupaba el 100% de su tiempo. Retomó el libro mágico de recetas en la puerta de su frigorífico, mejoró algunas y creó otras nuevas, especialmente postres. Especialmente con chocolate.

No podía dejar de preguntarse qué pensaría Harry de ese postre, de imaginárselo comiéndolo en la mesa de la cocina, o en el escritorio de su despacho, si le gustaría... Por supuesto que le gustaría, a ese chico le gustaba cualquier cosa con azúcar.

Esos pensamientos solían rondar su cabeza mientras acababa de comer alguna de sus propias creaciones con una sonrisa melancólica.

A Harry lo observaba desde lejos, lo veía silenciosamente ir socializando con sus amigos, y un sentimiento extraño lo invadía, además del tremendo arrepentimiento: una especie de respeto y de humillación, más un fuerte deseo de cuidarlo, un culto humilde y lejano.

Las cosas con Voldemort iban mejor que nunca, era su mortífago favorito después de Bellatrix que de todas maneras le tenía envidia. El Lord parecía haberse olvidado de él por un tiempo y lo beneficiaba en gran medida, hasta el día de marzo en que eso había cambiado.

*Advertencia: puede herir la sensibilidad*

Severus había acudido a la cita calmado como siempre. Sabía que sería una entrevista privada con el Lord pero esas solían ser habituales. Cuando llegó le pareció que algo iba mal. Voldemort solía tener una actitud desafiante y despectiva con él, sus aires de grandeza siempre lo habían hecho así, pero ese día era peor.

Sus sospechas quedaron confirmadas cuando nada más entrar recibió la maldición de las réplicas en el pecho. Hacía meses que no la sentía, y el dolor lo tumbó en el suelo, gritando al principio, luego ya solo abierta su boca sin emitir sonido.

Apenas el Lord hubo cesado el torrente de magia azul quemando su pecho, cuyas cicatrices hormiguearon, lo forzó de rodillas ante él, levantándole la cabeza con su larga uña.

-¿Por qué no me has dicho que el Fidelio del cuartel de la Orden del Fénix ya no existe?

Severus jadeó, sudoroso, y tragó saliva cerrando bien su mente. Maldijo el momento en el que a Albus se le había ocurrido hacerlos a todos guardianes del Grimmauld Place, y maldijo más la fuente por la que el Lord lo sabía. Se suponía que no podía saberlo nadie, él mismo de milagro.