Antes de Tiempo /SNARRY/

26) Helado

Harry notó cómo Severus salía de él sin separarse. Sentía su aliento caliente en la nuca y su cuerpo firme completamente pegado a su espalda. Una mano de Snape de movió hacia su muslo y empezó a acariciarlo, ambos se recuperaban de su orgasmo.

El chico se acurrucó contra él, su corazón latiendo tan rápido como el batir de alas de un colibrí. Sentía cómo la semilla de Severus se deslizaba fuera de su cuerpo lentamente. Era una sensación sumamente placentera.

-¿Dijiste Sev?- preguntó Snape suavemente. Harry no le veía pero en su tono de voz podía escucharse la sonrisa que probablemente tenía en los labios.

-Tu nombre es demasiado largo para gemirlo- se excusó el muchacho, cansado, y seguidamente se escuchó cerca de su oreja algo que supuso era una risita ahogada.

Después de un momento, Harry se giró hacia Severus, quedando boca arriba sobre la cama.

-Estuvo bien, ¿verdad?- preguntó, su respiración aún algo agitada.

-Hm- dio Severus como respuesta mientras se mordía el labio y asentía con la cabeza, empezando a acariciar distraídamente el plano abdomen del más joven.

El chico se quedó mirándole embobado, y luego se acercó para besarle, lento pero ardiente, de la forma en que solo él sabía.

El pensamiento de "qué bien besa" saltó a la mente del profesor de inmediato, y se dejó llevar por los labios de su compañero de cama, menos experimentados que los suyos pero incluso más virtuosos. Los círculos que trazaba su mano debajo del ombligo de Harry se dirigieron hacia abajo hasta enredarse en su vello púbico.

El muchacho se separó del beso apenas unos centímetros y subió la mano de Severus hacia zonas más decentes.

-No me provoques. Cualquier otro día te suplicaría de rodillas que me follaras por segunda vez, pero hoy estoy realmente muerto de sueño- Snape levantó una ceja, en un gesto tan suyo como su nombre.

-Sutil y delicada manera de expresarlo- musitó con su voz de profesor.

-Eres la persona más exquisita que conozco- se quejó Harry.

-Gracias- respuso Severus divertido. -Tú también estás bastante delicioso.

-¡Aargh!- bufó Potter, apartando la mirada, indignado, y dirigiéndola al techo. -¡Eres imposible!

Snape rió y le besó en la mejilla.

-Era broma, no te enfades. Yo también me muero de sueño.

-¡Pues a dormir!- exclamó Harry felizmente y se incorporó para agarrar las sábanas y echárselas a ambos por encima. -A recuperar el insomnio de anoche.

Snape apagó las luces con un elegante movimiento de mano y se quedaron callados en la penumbra, tapados hasta el cuello. Ambos muy cerca pero sin abrazarse.

-¿Cuál es tu sabor de helado favorito?- preguntó Harry de repente después de un rato de silencio.

-¿Qué?

-Me has oído perfectamente- Harry se giró hacia él y sus ojos conectaron en la oscuridad.

-Sí, pero... ¿A qué cojones viene eso?- Snape parecía confundido, pero a la vez divertido.

-Se me ocurrió que no sé eso de ti. Me parece algo importante a tener en cuenta- dijo con fingida seriedad.

-Déjame pensar... Hace un tiempo que no como helado, pero solía gustarme el de limón.

-Buena elección. El mío...

-Espera- lo interrumpió Snape, sus ojos brillaban en la penumbra. -Déjame adivinar... Chocolate.