“¿Todavía no aprendiste a estacionar?” Lo dice de forma agresiva pero sé que lo está fingiendo, realmente no puede estar tan enojada conmigo como para dejar de ser dulce.
“Supongo que no. Pero esta vez no me equivoqué de lugar” Le ofrezco la rosa y dubitativamente la agarra.
“¿Ahora intentas comprar mi perdón con una rosa? Aun para ti eso es caer bajo”
“Nunca intentaría comprarte. Es solo un gesto que sentí ganas de hacer pero si te ofende me la llevo” Ok. ¿No se supone que las chicas se sienten halagadas con las flores? ¿Por qué a mí me está resultando al revés?
“Supongo que puedo aceptarla” Se mantiene seria pero al menos suavizó su tono “¿Qué haces acá Dulce?”
“Vine a buscar una segunda oportunidad, aun cuando sé que no la merezco y que actué como una *******” Admito que esto es difícil, nunca tuve la necesidad de pedir perdón, nunca supliqué aun cuando mi padrastro se moría de ganas de que lo hiciera. Prefería aguantar más golpes antes que suplicarle a ese perr*o.
“¿Entonces por qué debería dártela?”
“No lo sé, no tengo una respuesta para eso. Solo sé que estuve mal, te traté mal y aunque sea quiero disculparme de manera correcta porque creo que lo del club no salió muy bien.”
“De hecho salió desastroso, realmente me asustaste cuando le hiciste eso a Jen”
“¿Jen?” Pregunté confundida
“La chica a la que casi le doblas el brazo” Dijo molesta
“Ah si” Bajé la mirada avergonzada de mi misma y mis reacciones violentas “No sé que pasó, perdí el control”
“¿Esa mañana conmigo también perdiste el control?” Esto era positivo, si pregunta es porque está considerando darme otra oportunidad.
“Lo de esa mañana fue distinto pero créeme que no quise actuar así”
“¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te comportaste como una perra después de haberme asegurado que era algo más que otra chica ocasional?” Definitivamente sigue molesta pero de vuelta puedo notar que la lastimé y me siento más basura todavía.
“Supongo que intentaba protegerte de mí. Lastimarte ahora para que después el sufrimiento no fuera peor”
“¿Es por eso que siempre estás sola no?” Preguntó sorprendiéndome “Piensas que tienes que proteger a los demás de lo que eres y no te permites acercarte a nadie. Sería más fácil si tan solo te olvidaras de eso e intentaras relacionarte, tal vez descubrirías que no eres un peligro para los demás”
“Créeme si lo soy pero me cuesta demasiado alejarme de ti. Realmente no quiero lastimarte pero tampoco puedo dejarte ir”
“¿Por qué no dejas que sea yo quien juzgue si eres peligrosa para mí? Tomemos las cosas con calma y vayámonos conociendo, sin juegos, sin vueltas ni máscaras.”
“¿Eso significa que me das otra oportunidad?” Totalmente incrédula
“Creo que si” Sonríe ante mi incredulidad
“Perdóname por haber sido tan perra”
“Estás perdonada pero mejor que dejes de ladrar”