La luz del sol se filtraba por las enormes cortinas del ventanal con vista a la playa, iluminando a los dos cuerpos entrelazados bajo las sábanas. Había prendas tiradas por el piso en toda la habitación, las pruebas de la actividad nocturna de la pareja de amantes.
Y en el rostro de la joven y dañada morena que comenzaba a despertar había calma, felicidad y esperanza, una rara combinación que nunca antes había existido en ella. Terminó de abrir los ojos totalmente e intentó sacar su brazo de debajo de la rubia sin despertarla, pero no tuvo éxito. Anahi también comenzó a abrir sus ojos al sentir el movimiento de su novia.
An - ¿Mmm… ya hay que levantarse?
Dul - Es sábado, puedes levantarte a la hora que quieras…ohh, mi princesa quedó agotada de anoche -dijo fingiendo lástima-
An - ¿Me vas a hacer el desayuno? -preguntó con una bella sonrisa y ladeando la cabeza-
Dul - Si me lo pides así no puedo negarme.
Le dio un beso y luego lamió su cuello, acariciando su cuerpo con ambas manos para después levantarse y poniéndose algo de ropa e ir a la cocina.
Desayunaron haciéndose mimos y sonriéndose una a la otra. Internamente Dulce agradecía que lo que le dijo ayer a la noche y haber visto el tipo de gente que ella conocía, no hubiera cambiado la forma en que la trataba.
An - ¿Amor que te parece si a la tarde vamos a la playa o algo?
Dul - Vale
An - Bueno ahora cuando terminamos de desayunar me dejas en casa así me cambio y a la tarde vamos ¿si?
Dul - ¿Y si mejor te dejo en casa y me quedo contigo?
An – Va, pero… ¿no tienes que bañarte o algo?
Dul - ¿No me vas a invitar a bañarme en tu casa? -levantando una ceja-
An - Se puso pensativa para impacientarla-... Bueno pero no me gastes toda el agua caliente -haciéndose la seria-
Dul - No entendiste, me voy a bañar contigo. Las dos al mismo tiempo…
An - En ese caso no vamos a tener problema -sonriendo-
Después de estar bastante rato en el departamento de Anahi, las chicas fueron a la playa. La rubia le dijo a Mayte si quería acompañarlas pero agradecida rechazo la invitación.
Llegaron a la playa, buscaron un buen lugar y allí acomodaron las toallas para sentarse. Anahi se recostó en las piernas de Dulce.
An - Me encanta el sonido de las olas y la paz que te da el mar.
Dul - Si es lindo -perdiendo su mirada en el horizonte-......Ojala en la vida las cosas fueran tan pacíficas y puras
como lo es el mar.......A veces es difícil....