Dul - ¿Qué pasa? Según tengo entendido todavía no es la fecha acordada para nuestra reunión.
M - Lo sé pero me surgió otro trabajo que necesito que haga urgentemente
Dul - En estos días estoy ocupada y además no es lo que acordamos.
Dulce sabía que con el adelanto que le había dado el Mariscal no estaba precisamente en condiciones de negarse a sus requerimientos, eso sin contar que ella había dado su palabra por el trabajo y a pesar de que esto no estaba acordado sería un grave error negarse. Pero en este escaso tiempo de conocer a la rubia sentía como se olvidaba de todo este sucio mundo del que venía y no quería que su ilusión se rompiera antes de tiempo.
M - Espinoza ya sé que no acordamos esto pero si mal no recuerdo te pagué la mitad del otro trabajo por adelantando y realmente necesito que hagas esto. Si mis muchachos liquidaran a este tipo quedarían relacionados y no puedo perder más hombres en la cárcel. Te pagó el doble que por el otro trabajo -dijo firmemente-
Dul - Ok… ¿qué tengo que hacer?
El Mariscal le pasó el nombre, dirección, horarios, etc, de su objetivo y le pidió que hiciera el trabajo cuanto antes.
Dulce cortó y sintió como la realidad le pegaba en la cara. La vida que llevaba y que había intentado hacer a un lado las últimas semanas reaparecía para no dejarle olvidar la clase de persona que era.
Dulce estuvo observando al hombre del que tenía que encargarse durante unos días para aprender sus hábitos y estudiar donde era mejor acercársele. Al parecer el hombre suponía que en cualquier momento podrían venir a liquidarlo por lo que todo el tiempo chequeaba que no lo siguieran o hubiera alguien sospechoso.Pero Dulce era extremadamente buena en lo que hacía por lo que nunca se dio cuenta de que lo estuvo siguiendo ese día, además tenía la ventaja de que nadie esperaba que una mujer fuera una de las mejores asesinos a sueldo. Por las dudas de que hubiera sospechado algo iba a dejar pasar un día después de haberlo seguido y al siguiente iría a hacer lo que tenía que hacer.
Ese día se encontraba sentada en su departamento mirando las playas de Malibú y sabiendo que mañana tendría que hacer lo único que sabía hacer y que era lo que le había dado el sustento todos estos años desde que se fue de la casa de su padrastro. Él fue quien le había enseñado todo lo que sabía y la había entrenado para ser una asesina, él fue quien se sorprendió cuando luego de unos años la alumna superó al maestro y probablemente esa fue la única vez que se sintió orgulloso de ella, a pesar de que nunca se lo hizo saber.Después de que murió su madre su padrastro la trató relativamente bien por un corto tiempo -solo porque antes de morir su mujer le había pedido que cuidara de Dulce y debido al amor que le tenía a su esposa se lo prometió, sabiendo que él odiaba a la niña pero su mujer no sabía que su odio era tal- a pesar de que le había prohibido llorar y le había quitado todas las fotos de su madre excepto algunas que pudo esconder y conservar.
Pero después de un tiempo comenzaron los maltratos, los golpes y demasiado antes de lo debido se terminó su infancia y su inocencia. Se transformó en un ser inferior supeditada a las exigencias, mandatos y ordenes de su padrastro ante el cual ella no valía nada y era un animal que debía domesticar. Cuando consideró que aunque sea valía un poco de su tiempo -y porque necesitaba alguien de confianza para que lo ayudara con su trabajo y quien mejor que la niña que le obedecía y que muy a su pesar era su hija adoptiva- comenzó a entrenarla.
Primero cuando tenía 13 años le enseñó a pelear -a la vez que aumentó su resistencia transformándola aun más en su saco de boxeo- y después empezó a enseñarle a disparar. Por supuesto no era ******* y no confiaba del todo en que a Dulce no se le ocurriera usar esto contra él por lo que la entrenó con revolver de balas de goma y solo le dio uno verdadero cuando alrededor de los 15 años y medio le dio su primer trabajo sencillo.
En el fondo él sabía que ella le tenía demasiado miedo como para hacer algo en contra de él aun si tuviera un revolver y él se encontrara desarmado -cosa que nunca hacía porque siempre llevaba el arma consigo-. De ahí en adelante y de a poco su padrastro fue involucrándola en más trabajos, fue conociendo a los jefes mafiosos y narcotraficantes que le encargaban trabajos a su padre y se fue creando una reputación entre ellos quienes estaban sorprendidos de los conocimientos que tenía siendo mujer y tan chica.