Dul - No, no… espérame unos segundos que tengo algo en el fuego.
Apoyó el celular en la mesa y fue a guardar el arma con las demás.
Dul - Acá estoy, perdón por hacerte esperar
An - No hay problema ¿Cómo estás?
Dul - Bien ¿Y tu?
An - Muy bien, el lunes empecé el trabajo en el diario. Por ahora era lo que esperaba que me hiciera hacer, tengo que pasar sus notas a la computadora y organizarle las entrevistas.
Dul - ¿Pero te gusta?
An - ¡Claro! Estoy en la redacción de un diario rodeada de periodistas profesionales y con la oportunidad de aprender mucho más. Además que es mucho más interesante que trabajar en la biblioteca.
Dul - Si, supongo que si -dijo sin prestar mucha atención-
An - ¿Seguro estás bien? Te noto un poco desanimada
Dul - Estoy bien Any ya te contesté.
An - Cierto. Pero sabes que puedes hablarme de cualquier cosa que te pase…
Dul - Si lo sé. Y si quisiera hablarte te habría llamado -dijo un poco molesta-
An - Perdón por interesarme en que estés bien… ¿Sabes qué?...
Dul - No, no sé. No soy una maldita adivina -dijo interrumpiéndola-
An - Tienes razón no debería haber llamado, claramente no quieres hablar conmigo… No sé que mie*rda te pasa pero me estoy cansando de que me trates bien un día y mal al otro.
Dul - No te estoy tratando mal, simplemente fui honesta… ¡Por favor no seas tan sensible, no tienes ni una maldita idea de lo que es que te traten mal!
Dulce estaba enojada. Estaba enojada de que Anahi hubiera llamado justo ahora y se le hiciera más difícil salir del mundo al que ella la llevaba, estaba enojada porque le había hablado mal pero ese enojo solo hacía que le hablara peor.
An - Parece que contigo voy a empezar a tenerla y pensándolo bien no quiero tenerla.
Dul - ¿Yo te trato mal? Me tomé el trabajo de llevarte en una puta cita, darte flores, abrirte las malditas puertas y ni siquiera me preocupó que no me fuera a meter en tus pantalones ¿Qué más quieres?
An - Quiero que no sea un maldito sacrificio para ti hacer eso y pensé que la habías pasado bien… Pero evidentemente te tuviste que forzar demasiado para no tratarme como si fuera una de las zorras que te levantas y no quiero que seas algo que no eres, así que olvídate de mí.
Dul - ¿Qué? Anahi no quiero olvidarme de ti… No fue un sacrificio hacer eso, escúchame…
An - Perdón por hacerte perder el tiempo -dijo a punto de llorar-
Anahi le cortó y Dulce se quedó apretando el celular con su mano y más enojada consigo misma por haberle hablado así a la rubia. Pudo escuchar como estaba por llorar y eso le producía un dolor en el pecho.
Pero por más que quisiera arreglar las cosas y le molestara que seguramente ahora la estaba haciendo sufrir y pensar que no le importaba primero quería terminar el trabajo y sacarse eso de la mente, al menos por un tiempo. Aunque sea le debía una mínima disculpa antes de que fuera demasiado tarde así que tomó su celular y le mandó un mensaje.