La pierna de la morena fue a hacer presión en el centro de su novia mientras que besaba su cuello y le sacaba el brassiere. Las dudas sobre si era conveniente tener sexo con Dulce después de que hace solo instantes estuviera en trance dándole una paliza a ese saco fueron disipadas por la insistente presión en su cada vez más húmedo centro. Finalmente se redujeron a cero y las manos de Anahi también iniciaron la tarea de desnudar a su amante. Las suaves manos de la rubia fueron despojando poco a poco a la morena de su ropa y se pasearon libremente por su espalda, atrayéndola más contra su cuerpo.
Luego se perdieron en su pelo para atraerla a un beso apasionado del que se separaron respirando agitadamente e intercambiando miradas de deseo y amor. Dulce, besó sus pechos y siguió bajando, pasando por su perfecto abdomen hasta llegar a sus muslos. Separó más sus piernas, acariciando ambos muslos de la rubia y luego se dedicó a besarlos y pasar suavemente su lengua. Conociendo ya el camino, sin dudarlo su boca llegó a la necesidad de su novia y sin hacerla esperar lamió sus labios y luego acarició con su lengua expertamente el clítoris de la rubia.
An – Ummm…Dul…-gemía placenteramente mientras sus manos acariciaban el pelo de la morena-
Mientras su lengua seguía acariciando y haciendo presión en su clítoris llevó dos dedos e ingresó en ella fácilmente ayudada por la humedad que había creado. La espalda de Anahi se arqueó ante la bienvenida intrusión y luego de unos pocos segundos para que se acostumbrara Dulce, retiró casi del todo sus dedos y volvió entrar, repitiendo esta acción más fuerte y rápida cada vez. Las embestidas cada vez la llevaban más cerca y cuando en un par de ocasiones la morena curvó sus dedos eso terminó de elevarla al máximo placer.
An – ¡DDUULLCCEE! -gimió experimentando el exquisito orgasmo-
Finalmente Dulce retiró sus dedos y se dedicó a lamer la humedad de la rubia, evitando su aun sensible clítoris para luego lamer sus dígitos.
Dul - Te dije que tenía sed -dijo lamiendo su último dedo más lentamente para que Anahi tuviera una buena visual-
An - ¿Uh?...A eso -dijo dándose cuenta- Que tonta eres. -riendo y poniéndose colorada-
Dul - Es que eres buena para sacar la sed.-pellizcando la mejilla de la rubia- se pone colorada.
An – Cállate. -le dio un beso-
Dul – Si me callas así…-la besó apasionadamente-
An – Pero, justamente ahora no quiero callarte -se puso arriba- Mejor quiero escucharte -besando su cuello-
Las manos de la rubia viajaron libremente por los músculos y curvas de ese cuerpo perfecto del que era dueña la morena y sus cuerpos se movieron en sintonía dándose placer el uno al otro. Una mano de Anahi llegó al centro de la chica y lo acarició lentamente mientras que dejó los últimos besos en su cuello para perderse en su boca.
An - Te necesito -dijo agitada sobre los dulces labios de la rubia-
Dul - Yo también -le contestó con deseo a la vez que acariciaba su clítoris-
Dos dedos de la rubia separaron más sus labios y algo dubitativos se posicionaron en su entrada pero esta vez no necesito que la morena la guiara para adentrarse en ella. Lentamente se unieron a ella hasta que ya no pudieron ir más profundo. Volvió a besarla y comenzó a embestir tímidamente pero al cabo de algunos minutos ya con confianza y seguridad, aumentando el ritmo alentada por los gemidos de su novia.