El local del restaurante estaba terminado finalmente. Con un poco de estilo oriental, algo de mezcla de culturas latinas y algo de Europa. Habías sectores divididos y ambientados con cuadros, tapices o adornos de esas partes del mundo. En su mayoría eran cosas que había traído de mi viaje. Y la idea era representar los lugares de las comidas que se servirían. Iba a ser un lugar de comida internacional además de los platos tradicionales, iba a aplicar todas las recetas que había aprendido. Lo que no variaba en ningún sector era el color de las paredes, todo el lugar estaba pintado de azul, el azul de los ojos de Anahi. Había mezclado diferentes pinturas hasta conseguirlo, sus ojos. Mi Anahi, esperaba que mi cambio bastara para dejar de lastimarla, para poder hacerla sentir bien, para que viera lo que su amor había conseguido. Si no fuera por ella yo no estaría donde estoy, no estaría así de viva, así de humana.
Ya había comenzado a entrevistar cocineros, por supuesto ninguno sabía todos los platos que yo pretendía servir pero había algunos más aptos. El resto se lo enseñaría yo en un tiempo de entrenamiento. No tenía apuro por abrir, quería hacer las cosas bien, prepararme para todo, sobre todo prepararme para volver a ella, presentarme como la persona que era ahora.
No salía mucho, más allá de ir al local, a la casa de Susan, al parque con sus hijos o llevarlos al cine. Pero mi ropa empezaba a cansarse de usarla para trabajar en el local así que fui a comprarme algo. Volví al auto con las bolsas cuando pasé por la vidriera de una librería. De reojo miré los libros y tuve una imagen fugaz del nombre de Anahi. Me detuve, retrocedí y miré la vidriera. Ahí estaba, un libro de ella "Amor y muerte" se llamaba el libro, tuve la certeza de que sabía de que trataba. Sin dudarlo entré y lo compré. Subí al auto y leí la contratapa.
"Una aspirante a periodista que empieza a descubrir los asesinatos sin resolver del crimen organizado en su ayuda a un experimentado periodista. Una joven asesina a sueldo sin escrúpulos que conoce por casualidad a quien podría estar investigándola. El amor en el lugar más improbable, un vínculo que cambiará visiones, prioridades y principios ¿Se puede dejar de lado lo correcto por amor? ¿Se puede dejar lo incorrecto?"
Había escrito un libro con nuestra historia, estaba todo ahí y deseaba que no lo hubiera escrito tal cual pasó, que nos diera otro final. De alguna forma me alegró, si había escrito este libro significaba que pensaba en mí tanto como yo en ella, que no me podía sacar de su corazón. Aceleré no pudiendo aguantar las ganas de llegar a casa y comenzar a leer. Sus palabras describiendo nuestros momentos, esperando que eso me aclarara todo lo que había sentido.
Anahi;
La novela estaba vendiendo muy bien, de hecho ya estaba entre los diez libros más vendidos. Llamó la atención de la crítica, tuve que dar entrevistas para los suplementos de cultura de varios diarios. Los Ángeles Times fue el primero en sacar una entrevista conmigo y comentario del libro, por supuesto. Me estaba convirtiendo en su niña mimada y ya me habían avisado que cuando venciera la pasantía de estudiante iban a contratarme.
Jenny se había puesto menos difícil, aceptaba mejor mi éxito, cosa que agradecía porque no tenía ganas de estar aguantándola de mal humor. Igual el mal humor venía a medida que seguía pasando el tiempo y no me acostaba con ella, lo intentaba disimular pero sabía que la ponía de mal humor.
"Me voy a lo de Jen" Le dije a Mayte.
"No te vas con más desgano porque no puedes"