Dul - ¿Te gusta el lugar?
An - Si es hermoso… pero no debiste elegir un lugar así esto es demasiado caro Dul.
Dul - Tranquila puedo pagarlo, puedo pagar esto y bastante más.
An - ¿Tan bien pagan en el hospital?
Dul - Bastante bien y además tengo plata de un negocio familiar.
An - No sabía que tu familia tenía un negocio.
Dul - Si… bueno digamos que desde que mi padrastro se retiró yo soy la que se encarga de eso pero no es un negocio que me agrade mucho, ya a su tiempo te contaré más.
An – Vale.
Anahi ya estaba acostumbrada a que Dulce nunca terminara de contarle las cosas, especialmente si tenían algo que ver con su familia, entiéndase su padrastro. Sabía que la madre de la morena estaba muerta, de su verdadero padre nunca le había hablado y no se atrevía a preguntar, no sabía si tenía tíos, primos y tenía entendido que era hija única.La comida la pasaron entre risas -sobre todo de Anahi- y anécdotas de la rubia de cuando iba al secundario.
Dul - ¡Fuiste porrista!
An - ¿Tan difícil de creer?
Dul - Definitivamente tienes el cuerpo y eso, pero por tu personalidad no lo hubiera imaginado. Generalmente son mucho más superficiales.
An - Lo fui en Ohio y acá en LA duré un año, al segundo renuncié porque eran unas perras y ya no las soportaba.
Dul - ¿Dijiste que en la secundaria de acá conociste a tu primera novia cierto?
An - Si. Alex y yo compartíamos clases y después de un tiempo de conocernos nos pusimos de novias
Dul - ¿Cuánto duraron?
An - Estuvimos desde mi segundo año hasta el último año del colegio.
Dul - Eso es mucho tiempo pero entonces si te comprometiste en esa relación.
An - Bueno yo si pero al parecer la otra persona no. Después terminé comprendiendo que me había enamorado de una persona que no existía y la Alex que tuve ante mis ojos no me gustó para nada.
Dul - ¿Qué pasó?
An - En el último año me enteré que me había estado engañando con la líder de las porristas por más de medio año.
Dul - Que pedazo de idio*ta que no sabía valorar lo que tenía -dijo estirándose y tomando la mano de la rubia-