Dulce;
Fueron tres semanas que pasé en Chicago cuidando a la familia de Gino, por suerte las cosas estuvieron tranquilas y ni siquiera fue necesario que sacara un arma. Hoy regresaba y yo terminaba de una vez de prestar servicios a la mafia. La casa ya se había vendido así que volvía a LA con ese efectivo más los 100 mil que me iba a pagar Gino. Tres semanas de fingir que no me estaba derrumbando, que era la misma Dulce dura e impenetrable de siempre. Pero por fin todo había terminado, podía ir a hacer una nueva vida y dejar que todos mis sentimientos afloraran, consumiéndome en el dolor del tiempo sin ella.
Cuando Gino volvió nos reunimos en su oficina para despedirnos.
"¿Cómo estuvo LA?"
"Bien, muy bien… Ya estamos establecidos, Fausto tiene las cosas funcionando, ya tenemos nuestros club, proveedores de droga"
"Bien" Realmente lo dije solo por cortesía.
"Dile a Fausto que se asegure de que no dejen jugar a Christopher Puente"
"No te preocupes ya está avisado. Aunque ese chico quiera venir a regalarnos su dinero en las mesas de póker nadie lo va a dejar jugar, tienen la orden de mandarlo de vuelta a casa si aparece"
"Perfecto, gracias"
"Cualquier cosa que necesites sabes que puedes acudir a Fausto"
"Lo sé"
"Y si una vida bajo los márgenes de la ley no te resulta, si no logras que Anahi regrese contigo y quieresvolver al antiguo estilo de vida, los Marzoni siempre te vamos a recibir con los brazos abiertos"
"Gracias Gino, pero me retiro para siempre. Ya no quiero saber más nada con esto"
"De acuerdo. Bueno acá está el dinero que te prometí" Sacó un bolso y me lo entregó. Lo abrí y luego de calcular por unos segundos las cosas no me cerraban.
"Pero acá no hay 100 mil. "
"Es verdad no son 100 mil, son 200 mil" Me contestó amablemente.
"Gino quedamos en 100 mil" Dije comenzando a sacar fajos de billetes para devolvérselos.
"No, no" Devolviéndome los fajos. "Eso es todo tuyo, te lo ganaste. Es por cuidar a mi familia estas semanas, por todos los años que trabajaste con nosotros sin fallar ni una vez. Piénsalo como un bono de retiro, para usar en tu nueva vida"
"Gracias, en serio. Fuiste algo así como un guía para mí, me enseñaste muchas cosas, cosas que van más allá de la mafia"
"Me alegra haber sido de ayuda, ya te considero como de la familia. Te deseo lo mejor Dulce" Se levantó y me dio un abrazo, lentamente se lo correspondí.