Dul - ¿Te conozco? -dijo desconfiada y poniéndose a la defensiva-
X - Bueno supongo que si… San Francisco, nos conocimos en un pub, yo estaba con una amiga y terminamos en tu habitación haciendo un trío… La próxima vez que volviste a la ciudad solo lo hicimos tú y yo.
Dul - Ah… si lo recuerdo… ¿Como era tu nombre?...Kirsten ¿cierto? -ya más tranquila-
Ki - Si, muy bien te acordaste -dijo sonriendo seductoramente-
Dul - Bueno fue una noche bastante salvaje, si que te gusta duro morocha.
Ki - Si mal no recuerdo a ti te gusta más duro que a mí… Así que estás de paso por acá o ¿qué?
Dul - Algo así pero puede que me quede un tiempo.
Ki - Yo me mudé a Los Ángeles, tengo mejores oportunidades acá
Dul - Bueno espero que tengas suerte.
Ki - Gracias
Dul - Me tengo que ir.
Ki - ¿Tan rápido? Aunque sea toma unas copas conmigo.
Dul - No sé… ya tomé bastante.
Ki - Podemos divertirnos después -dijo apoyando una mano en su muslo y subiéndola despacio-
Dul - No creo Kirsten… en serio tengo otras cosas que hacer.
Ki - ¿Mejores que esta? -tocando su entrepierna- ¿No me digas que ya no eres la Dulce salvaje? Vamos aunque sea unas copas en honor a esa noche y si todavía tienes que irte… te vas -Dulce aceptó el trago que Kirsten le daba y tomó a la chica de la cintura-
La necesidad que se había despertado entre sus piernas ya era demasiado grande como para negarse. Que mejor manera de despejar la mente de Anahi que volviendo al sexo fácil y sin complicaciones.
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Dulce.
Quería follármela y eso es lo que hice. Fui desconsidera, brusca y me enterré tanto en ella solo preocupándome por descargar mi tensión. Ni me importó si le dolía, lo disfrutaba, le daba un orgasmo, dos o una maldita docena. Lo más irónico es que a la morocha parecía encantarle que la tratara así."Eso fue taaaann bueno Dulce"
"Si ya me lo han dicho" Contesté levantándome de arriba de ella
"Que te parece si después......"
"No" Dije cortante y levantando mi ropa.
"¿Ya te vas?"
"Si" Terminé de ponerme la ropa y con cuidado de que no viera tomé el arma que había escondido debajo de su cama y la guardé
"¿Por qué tan rápido? ¿Sabes?... por ahí tengo un látigo podrías azotarme mientras me follas"
"No lo creo… Si empezara a pegarte probablemente no pararía hasta dejarte inconsciente"
"Vamos Dulce sé que te gusta. No me asustas con esa mie*rda psicótica"
"Ese es tu problema" Dije antes de salir de su habitación y luego de su casa.