An - De todas formas no sé si hubiéramos durado después de terminar el colegio. Ella se fue a estudiar a New York así que probablemente la distancia nos habría separado.
Dul - Tal vez -dijo pensativa-
An - Cambiando de tema tengo buenas noticias…
Dul - ¿Ah, si? ¿Qué?
An - Conseguí una pasantía en el diario Los Ángeles Times.
Dul - ¡Que bueno! Me alegro mucho por ti Any. ¿Y que tienes que hacer allá?
An - Voy a ser ayudante de uno de los periodistas. En serio es genial porque Daniel Gossard es uno de los periodistas más respetados de LA y voy a poder aprender un montón de él. Eso sin contar que los temas que cubre son muy grosos se encarga de las notas sobre la mafia, los narcotraficantes y el crimen organizado.
Dul - ¡OH que interesante! -dijo apretando el agarre de su vaso- ¿Eh… pero no es peligroso que te metas con esas cosas?
Y Dulce más que nadie sabía lo peligroso que era. Que Anahi estuviera ayudando a un periodista en esas investigaciones era un arma de doble filo. Por un lado la ponía en peligro más de lo que lo podía hacer Dulce y por el otro ponía en peligro el secreto de la morena. ¿Qué pasaría si después de que hiciera su trabajo en LA el periodista descubriera algo que la ligara a ella?
Sabía que desde hace unos años la policía trataba de descubrir esos crímenes relacionados con la mafia o las drogas pero que parecían no tener el culpable en ningún grupo. Esos eran los crímenes perpetuados por los asesinos a sueldo como ella de los cuales muy pocos eran tan expertos como para nunca dejar pruebas.
Tarde o temprano la mayoría terminaba en la cárcel o asesinados por no haber cumplido con un trabajo y traicionado a quien los contrató. Solo los que sabían cuando parar a tiempo podían darse el lujo de retirarse a un lugar apartado y con una abultada cuenta bancaria.
El padrastro de Dulce era uno de ellos, al tiempo de que Dulce se fue de casa para trabajar sola y sin su supervisión, el se había retirado.
An - No creo Dul yo solo voy a ser su ayudante. Voy a tener que estar en su oficina pasando notas a su computadora. Dudo que me mande a hablar con los policías que le pasan información.
Dul - Si supongo -haciendo una mueca al escuchar la palabra policía-
An - ¿Y cómo está el trabajo en el hospital?
Dul - Como siempre enfermos que curar, heridos de bala. Nada que sea ameno para contarte
An - Ya veo, manteniendo la modestia ante todo.
Dul – Créeme… no es modestia -dijo seria-
An - Bueno y cuéntame de tu paso por la secundaria ¿Practicabas algún deporte? ¿Formabas parte de algún equipo?
Dul - Realmente me gustaba ir al colegio. No era nerd ni nada pero era buena estudiante y supongo que lo veía como un refugio donde podía hacer lo que quería. De vez en cuando me metía en problemas por pelearme y esas cosas pero cuando empezaron a suspenderme dejé de hacerlo porque eso significaba tener que pasar ese tiempo en casa y eso era justamente lo que no quería… Respondiendo a tu pregunta jugaba al fútbol hasta que mi padrastro decidió que el tiempo de las prácticas lo necesitaba para aprender el negocio familiar así que tuve que dejar el equipo.
An - ¿Y de qué jugabas?