Capitulo 22

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Era viernes, Dulce y Anahi se encontraban en Lego. Estaban sentadas en una mesa tomando algo cuando una morocha alta se acerca a su mesa.

Ki - ¡Dulce! Que bueno verte -apoyando su mano en su pierna- ¿Y quién es esta sexy rubia?

Anahi la fulminó con la mirada al ver donde estaba su mano.

An - ¿Quién eres tú?

Ki - Una vieja amiga. La conocí a Dulce hace unos años en San Francisco y ahora me mudé acá

Dul - Kirsten ella es Anahi, mi novia -dijo corriendo la mano de Kirsten-La morocha rió


Ki - ¿Tu novia? Tu no tienes relaciones serias…Dulce si no quieres verme dímelo, pero no inventes que tienes novia

An - No está inventando, soy su novia -dijo seria-


Ki - Por favor ya dejen de jode*rme… ¿Qué les parece si hacemos un trío? Como en los viejos tiempos Dul -volviendo a tocar su pierna pero subiendo más la mano-

Dul - ¿Un trío? No…Any y yo -Kirsten subía más la mano mientras Anahi miraba la situación dolida y enojada-

Dulce miró a Anahi y apartó bruscamente a Kirsten

 
Dul - Any y yo somos novias y no hacemos tríos -dijo con voz segura,Kirsten rió


Ki - Vamos, puedo notar que la niña no te está dando lo que necesitas ¿Va al colegio secundario todavía?

An - Tengo 19 años

Ki - Gran diferencia lo terminaste el año pasado -miró a Dulce- ¿Qué puede saber ella sobre como darte placer?

Dul - Eso no es asunto tuyo -dijo cortante-

Ki - ¿Sabe que te gusta el sexo fuerte? Necesitas descargarte con alguien para no asustar a esta pobre chica cuando la agarres.

Dul - Eso tampoco es asunto tuyo pe*rra -se levantó y la agarró de los brazos empujándola fuerte

contra la pared-

Ki - De eso estoy hablando cariño… ¿Ella puede soportar esto?

Dulce cerró el puño y lo levantó para pegarle a Kirsten pero Anahi le agarró el brazo.

An - Si haces eso terminamos -le soltó el brazo y se fue-

La morena bajó el puño y empujó una vez más a Kirsten

Dul - No te vuelvas a acercar a mi o a Anahi, salvo que quieras terminar con tu bonita cara desfigurada a golpes y estoy hablando en serio.

Por primera vez Kirsten la miró algo asustada y asintió. Dulce salió corriendo a buscar a Anahi. La rubia estaba caminando para buscar un taxi.

Dul - ¡Anahi! Espera por favor-La rubia se detuvo

An - ¿Terminaste de pegarle?

Dul - No le pegué... En serio ni siquiera una cachetada -dijo tomando sus manos-

An - Mejor porque no quería tener que terminar contigo.

Dul - ¿Pero por qué la defiendes?

An - No la defiendo pero no considero que ser violenta sea la respuesta adecuada… Además si te molestó tanto significa que algo de razón tenía.

Dul - No tenía razón

An – Tienes miedo de asustarme o dejarte llevar de una forma equivocada, por eso te estás frenando todo el tiempo como lo hiciste el otro día.

Dul - Ya te dije Any, no se como hacerte el amor y tengo miedo de arruinar un momento que tiene que ser perfecto para ti.

An – Dul, te quiero, estoy enamorada de ti y quiero que seas mi primera vez.

Dul –Oh… -sin saber que decirle-

Dulce dio un par de pasos hacia atrás y quedó en silencio.

An - Supongo que esta no es la respuesta que esperaba, apostaba que ibas a estar besándome cuando te dijera esto… ¿Sabes qué? Olvídate que dije eso -conteniendo las lágrimas se dio la vuelta para seguir caminando-

Dul - No te vayas… Any,eres la persona más increíble que conozco y la primera en darme amor después de tantos años de no tenerlo....y yo tan solo no sé como lidiar con todo eso....Pero no tienes idea de cuanto me alegra de que quieras que sea tu primera vez y a la vez de cuanto me aterra -Anahi la miró de forma cálida y la morena intentó no perderse del todo en ese azul profundo- No sé como hacer que tu primera vez sea perfecta, como dije una vez deberías tenerla con alguien dulce y cariñosa que también sea virgen.

An - Cuando bajas esas paredes que te rodean eres dulce y cariñosa.

Dul - Pero no soy virgen y no hago el amor, solo follo. Me enoje tanto con Kirsten porque sé que hace dos semanas atrás habría aceptado.

An - Pero no aceptaste, estás cambiando.

Dul - ¿Estás segura de que quieres que sea conmigo?

An - Solo contigo -le agarró las manos-

Dulce se acercó y la tomó de la cintura para besarla mientras que Anahi la agarró del cuello.

An - Te quiero -le dijo al oído-

Dul - Yo también te quiero -salió de forma muy baja de sus labios-…¿Quieres venir a mi casa?

Anahi miró hacia abajo para luego tímidamente mirar a Dulce y asentir. La morena besó su mano y la llevó hasta su Camaro.

Dul - Prometo que voy a cuidarte -dijo sinceramente-Anahi sonrió

Dulce. 

Manejamos en silencio. No sabía que se suponía que iba a pasar cuando llegáramos a casa. ¿Se refería a que quería que fuera ahora?... ¿o más adelante? No quería que esto fuera forzado solo por lo que escuchó de Kirsten. No quería que ella hiciera algo de lo que no estuviera del todo segura. ¿Y si piensa que solo quiero tener sexo? ¿Si piensa que si no se acuesta conmigo voy a dejarla y solo por eso dijo que estaba lista?

Es irónico porque antes de conocerla no me importaba en lo más mínimo que una chica pensara que solo quería tener sexo, porque de hecho eso es lo que quería. Pero las cosas no eran así con Any, lentamente estaba cambiando todo mi mundo.

Llegamos a mi departamento y bajé para abrirle la puerta. Agarré su mano y así fuimos todo el camino. Me di cuenta de que estaba nerviosa pero no dudaba. Abrí la puerta y apenas entramos la besé lentamente. Nos separamos y la miré fijo a los ojos, buscando total seguridad de que esto es lo que quería. Me sonrió de manera dulce y algo nerviosa y volví a besarla. Estaba tan sexy esta noche, bueno ella siempre estaba sexy. Pero hoy tenía una falda y una remera escotada que hacían que la deseara totalmente.

Era el momento, me estaba por dar su virginidad, un cuerpo que nadie había tocado, que solo conocería mis caricias. ¿Lo merecía? ¿Merecía su pureza cuando yo era lo más profano e impuro que podía encontrarse? ¿Podría realmente cuidarla? Sabía que esas preguntas merecían una respuesta apropiada pero lamentablemente si las respondía apropiadamente significaría que tenía que parar esto. Y no quería hacerlo, me sentía viva con ella, me sentía bien como desde hace tantos años que no lo hacía. Así que decidí confiar en que lo que ella estaba despertando en mí fuera suficiente para no lastimarla y darle la noche perfecta que se merecía.

Conociendo el AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora