Dulce se dio vuelta para mirar la comida y Anahi quiso ver como reaccionaría si hacía lo que tenía ganas de hacer. Así que se acercó y tocándola apenas en la cintura apoyó su cabeza en su hombro, haciendo como que miraba lo que estaba preparando.
Dulce se estremeció y sus músculos se tensionaron, en un primer momento quiso empujar a la persona que tenía atrás pero una luz de advertencia se le encendió y recordó que era Anahi, no era un enemigo, ni una amenaza, tan solo era la chica más tierna y hermosa que había visto en su vida.
An - Se ve rico
Dul - Si.....muy rico
Dulce lentamente corrió su hombro para que Anahi sacara su cabeza y la rubia temió que se hubiera enojado. Pero la morena se dio vuelta y la miró con sus profundos y oscuros ojos, poniéndola más nerviosa y dejándola inmóvil. Se acercó un poco más a ella
Dul - Estoy segura de que te va a encantar… ¿Quieres llevar las cosas a la mesa mientras yo termino de prepararlo?
An - Si claro
Le indicó donde estaban las cosas y la rubia puso la mesa. A los segundos fue Dulce y sirvió la comida a la vez que llevó el vino. Mientras le servía se acercó para hablarle cerca del oído. Anahi pudo sentir su respiración y le produjo un escalofrío por toda la espalda.
Dul - Espero que te guste y la bebida no es para emborracharte.......está claro que no lo necesito, ya con mi presencia te hago perder la consciencia lo suficiente.
Anahi se sorprendió por su comentario.
An - ¿Qué significa eso?Dul - Que soy mejor que el vino
An - Definitivamente.......pero solo porque no soy una fan del alcohol.
Dul - Claro, pretendamos que te creo -seria pero sensual a la vez-…Bueno a comer niña.
Anahi probó la comida y miles de sensaciones la llenaron, la textura, el aroma, el sabor, todo era exquisito.
An - Wow......definitivamente es lo más rico que probé en mi vida…superaste los platos de mi padre
Dul - Me alegro de que te guste.
An - No sé que clase de doctora eres pero cocinando así deberías ser chef.
Dul - Tal vez algún día cuando deje mi actual trabajo -imaginando como nunca con algo de esperanza ser una persona normal ¿Era eso posible? Mejor olvidarlo, sabía que era una basura y siempre lo iba a ser.
Terminaron de comer el postre que también había hecho Dulce y fueron a los sillones de la sala a sentarse. Anahi se había acomodado enfrentada a la morena, en un sillón de uno bastante alejado y Dulce estaba en el sofá grande.Dul - ¿Podrías acercarte no? Ya dije que no muerdo
Anahi sonrió y se fue acercando a donde estaba sentada, la morena le tomó la mano y la sentó al lado de ella. Ninguna de las dos quería soltarse de la mano de la otra, se sentía extrañamente bien, pero al final lo hicieron.
An – Mmm, puedo hacer una pregunta indecente -generalmente no hacía ese tipo de preguntas pero Dulce le despertaba mucha curiosidad.
Dul - Son las que más me gustan