Casa Encantada

Capítulo 43

"13 de Enero de 1992"

Las clases habían sido retomadas unos días atrás. Los niños llegaron sin ninguna gana de retomar las clases.

Bobby llevaba unos pocos días en la vida de Mary, pero ya había aprendido a temerla. Como buena niña de poco más de un año, sus juegos con el perro eran un poco bruscos.

La semana empezaba fuerte.

Como el trimestre anterior, Nicky iba a dejar a casa de Bonnie a Michelle y juntas iban al colegio.

Sergio y Aiden iban siempre delante de ellas dos, hablando de sus cosas.

El pequeño de los Williams no dejaba de mirar hacia atrás, hacia su maestra. Seguía pensando en el sueño que había tenido con su profesora. Porque, aunque no se pareciera a ella, estaba seguro de que se tratara de Bonnie.

Charles, por su parte, pasó la mañana en el ayuntamiento. Se llevó algunos juguetes para mantener entretenidos a los niños y así poder leer tranquilo.

Encontró los planos de la Casa de los Williams. El papel estaba más envejecido que cualquier otro documento que hubiera tenido en las manos. Al contrario que el resto de las páginas que revelaban los secretos de aquel edificio, estaba medio roído y sus bordes parecían quemados.

Se quedó impresionado con las dimensiones de aquella casa. "Sin duda, aquella familia tenía que haber tenido dinero." Pensó.

Siguió rebuscando entre las cajas que le había dejado Miguel. En una de ellas encontró varios archivadores con fotografías antiguas. En la parte de atrás de estas, estaba escrita la fecha en la que fueron hechas y quién salía en ellas.

—Miguel– llamó Charles al funcionario desde la puerta del archivo–. ¿Puedes acercarte?

Él fue hasta el investigador.

—Dime. ¿Hay algún problema?

—¿Hay alguna forma de sacar estas fotografías de aquí? – Señaló las carpetas que tenía sobre la mesa.

Miguel se acercó al escritorio donde tenía sus cosas Charles. Miró los documentos que le había pedido ese día aquel visitante.

—Son las fotos de la familia Williams a través de su historia en el pueblo.

Charles asintió.

—Deberías hacer fotocopias.

—Son muchísimas fotos.

—Si, toneladas. No puedes sacarlas. Las normas no lo permiten. Respecto a las fotocopias, puedo hacértelas yo aquí.

Ambos sacaron las copias. A medida que Miguel iba introduciendo los originales en la máquina. Al ir saliendo de estas los nuevos documentos, Charles ponía detrás las fechas y nombres que aparecían en el dorso de los originales.

Les llevó toda la mañana realizar esta tarea.

En cuanto los niños empezaron a ponerse empachosos, Charles regresó a casa.

Bonnie salió del colegio muy cansada. Había sido un día largo. Los niños habían estado muy nerviosos durante toda la mañana. No había parado de regañar a sus estudiantes.

Habían estado toda la mañana intentando que Aiden se sintiera mal. A la profesora este comportamiento le parecía algo inaceptable. Por esto, intentó durante todas las horas lectiva calmar a los niños.

Decidió que tenía que hablar con sus padres para poner freno a aquella situación. Tenía pensado planear la reunión aquella tarde. Tenía que cuadrar sus horas para poder hablar con ellos.

Por las situaciones vividas en el colegio aquella mañana, la profesora agradeció que su marido fuera hasta el colegio junto a los niños y el perro.

Bonnie cogió a su niña en brazos. Lo mismo hizo Nicky con su hijo.

Sergio, que ya conocía a Bobby, corrió, como cualquier niño, a jugar con él.

—Mira, Aiden. Ese es la nueva mascota de la señorita – señaló el niño acariciando al animal–. ¿A qué es precioso?

El nuevo alumno se acercó al animal, pero este se alejó. Se puso al lado de Charles.

Este comportamiento extrañó a sus dueños. Aunque habían pasado poco tiempo con el animal, creían conocerle. En los pocos días que llevaban con él en casa, nunca había tenido ese comportamiento. Más bien al revés. Se acercaba a cualquier persona que quisiera jugar con él.

Aiden, que se había agachado para tocarle, se incorporó, Miró a Sergio.

—Parece que no le he caído demasiado bien.

—Ya se acostumbrará a ti. – Le dijo Bonnie. – Es un poco tímido. Suele rehunir a la gente que no conoce. – Mintió.

Al llegar a la entrada de la calle en la que vivían las dos profesoras, Aiden se despidió y continuó su camino solo.

Charles cogió a la niña y entró en casa. Dejó a su esposa y a la amiga de esta hablando solas en la calle.

—¿Qué piensas hacer con Aiden? – Preguntó Nicky.

_Tengo que ver qué día tengo menos horas extraescolares. Reuniré a los padres de los niños para ver cómo se puede solucionar esta situación tan desagradable. Desde q que el niño llegó a clase, hemos tenido este problema, pero lo de hoy ha sido demasiado.

_Tenme al tanto sobre el asunto. Me preocupa ese niño.

Aunque en un principio no quería tener mucha relación con él por el rechazo que le provocaba su apellido, había comenzado a ver al niño como lo que era, un simple chico de seis años cumplidos en las fiestas de Navidad.