Capítulo 81 (final)

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– Mediados de Noviembre de 1992 –

Charles y Bonnie habían regresado a Madrid. La profesora había conseguido el traslado a un colegio en la capital. Llevaba desde septiembre dando clases en un colegio público en el centro de la ciudad.

El bebé estaba llegando. Según los cálculos que los padres se habían hecho, aun tardaría otra semana en llegar.

El parto fue sencillo, muy sencillo. Incluso los médicos se sorprendieron de que tardara en nacer solamente media hora. Era un niño grande, fuerte, de cinco kilos de peso, una barbaridad.

En cuanto pudo, Charles pasó al cuarto donde reposaba su mujer.

—¿Cómo quieres que se llame? – Le preguntó él. – No hemos pensado en ninguno, y eso que hemos tenido unos cuantos meses desde que nos enteramos que volveríamos a ser padres.

—Aiden. Se llamará Aiden– Le respondió.

Unos días después del nacimiento del niño, escribieron una carta a Nicky. Durante todo ese tiempo, no habían perdido el contacto. Incluso habían quedado en que pasarían juntos algunos periodos vacacionales. Pero aún quedaba para eso y el matrimonio quería que conociera al bebé tal y como era en ese momento.

Ella felicitándola. En la misma carta, le respondió que algo raro había sucedido en la Casa de los Williams. Era otra de esas cosas que había que anotar a la enorme lista de sucesos relacionados con ese lugar.

Se trataba de la sombra. Se estaba dejando ver. Normalmente había sido vista ocasionalmente a horas no muy normales o bajo condiciones excepcionales. Se dejaba ver por niños pequeños jugando, adolescentes que habían salido de fiesta. Siempre grupos reducidos. Sabía bien a quién mostrarse. Una vez que hubo nacido el bebé de Bonnie, se dejaba ver a todo el pueblo, a todas horas. Esa cara ya no era un edificio normal, si es que alguna vez lo fue.

Nada parecía quererse acercar a ella. Si antes era un tabú tan siquiera hablar de ella, en ese momento más aún todavía.

El ambiente era prácticamente insoportable en el pueblo. Todos estaba como locos.

Nicky decidió pedir el traslado y pidió ayuda a su amiga para poder salir de allí. Si creía, en un principio, que Aiden y su familia daban miedo, descubrió que había algo que daba mucho más terror que ellos entre esos muros. Por eso quería salir del pueblo. Le daría pena salir de allí, pero no deseaba que sus hijos se criaran cerca de los peligros que representaba ese caserón.

Saliendo del pueblo, una vez conseguido un nuevo destino para trabajar, Nicky tuvo un accidente con el coche. Simplemente explotó Sucedió frente a la Casa de los Williams. Los tres ocupantes del vehículo murieron en el acto.

Por una ventana del caserón, miraba el hombre echo de sombra.

Con la muerte de estas tres personas, desaparecía el rastro de lo sucedido entorno a aquella casa. En un principio, nadie debía intentar averiguar quién era ese hombre formado por la más cura oscuridad.

Cuando la noticia llega a oídos de Bonnie y Charles, se arma un buen jaleo en su hogar. No es algo que se esperaran para nada.

Cuando los niños crecieron, el matrimonio les contó lo que había sucedido en aquella casa. Tanta fue la curiosidad que estos hechos causaron en Mary y Aiden, que años después regresarían a Oeste-Village para averiguar algo más sobre ese escaso año que sus padres habían pasado en el pueblo.

Fin.

Continuará.

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