"23 de Febrero de 1992"
Al terminar de ver toda la tanda de fotos, Leonor retrocedió hasta la fotografía de Samantha. Los buenos sentimientos que tenía hacia ella no se habían borrado en todos aquellos años.
—Siento mucho haber levantado tantos recuerdos.
—No te preocupes. Los momentos vividos siempre nos acompaña, aunque a veces, queramos que desaparezcan. Ellos siempre nos persiguen, nos atrapa y nos hace presos de nuestro pasado.
—Me gustaría que me hablara un poco más sobre ella. – Charles señaló la foto. – Por sus palabras, entiendo que fue una mujer maravillosa.
—Ya te he dicho que lo fue. ¿Qué quieres saber?
—Lo que sea, lo que vea conveniente contarme.
Leonor hizo memoria. Además de su ayuda en la Guerra, no había mucho más que contar. Era una mujer de su época. Se dedicaba a su hijo y a la casa. Enseñaba a las personas que tenía a su servicio a leer y a escribir y a realizar algunas cuentas básicas. Aunque esto último, las mujeres de las grandes ciudades no solían hacerlo, Samantha creía que era algo necesario. Mucha de gente no podía ir al colegio. Esa situación, ese tipo de desigualdad no le gustaba e intentaba poner de su parte para que esto no fuera así, para intentar cambiar las cosas. De vez en cuando, la familia celebraba alguna fiesta, ella las organizaba. Eran espectaculares. Hasta la más pequeña cena, era impresionante. Fue una pena que, en mil novecientos treinta y seis tuvieran que interrumpirse por la convulsa situación política del país.
—Parece que si fue una mujer de impresión.
La anciana asintió.
—Su carácter es difícil de definir. Eso era lo mejor de ella. Por un lado, era una mujer de su época, dedicada a su casa. Por otro, era una mujer valiente, fuerte y decidida a la que le preocupaba la gente que la rodeaba.
—Señora Leonor, quisiera contarle algo. Es en relación con Samantha. Bueno, no lo es. No estoy seguro.
—Bueno, chiquillo, dime de qué se trata.
Charles le contó los sueños de su mujer a la anciana. Era una tontería y no venía a cuento. Hablaban de los recuerdos de aquella señora. Aun así, quería saber qué opinaba de aquello.
Leonor suspiró. Había escuchado historias como aquella en alguna ocasión más. Se encogió de hombros como respuesta a la historia de aquel chico. No sabía qué decirle sin contestar sin ser ofensiva.
Al final se decidió a decirle algo.
_Yo también te voy a decir algo. Hay mucha gente que ha tenido sueños con Samantha. Esa es una de las razones por las que da miedo esa casa. Esta señora vivió ahí. Es uno de los motivos por el que da tanto miedo pasar por allí. Como ves, hay mucha leyenda entorno a ese edificio. Se lo he escuchado a gente del pueblo, que tuvieron relación con ella.
Charles no sabía qué contestar. Por un tonto comentario, se había enterado que había gente que había tenido sueños, al menos, parecidos a los de su mujer. Lo único de su historia que discrepaba con la de aquella anciana, era que su mujer no era del pueblo y no había tenido ningún tipo de contacto con aquella mujer.
—Pero, ¿los sueños son exactamente iguales?
—No sé si todos. Algunos sí.
—¿Qué explicación le puede dar usted a eso? Porque, la verdad, yo no se la encuentro. Pensaba que eran cosas de mi mujer, que era una casualidad que la mujer de sus sueños y Samantha fueran la misma persona. Más bien, creía que era un efecto de su mente, que recordaba mal a la mujer con que había visto en sus sueños.
No recibió respuesta de la anciana. No es que esperara ninguna palabra de ella. De nuevo, era algo que tenía que tener algún tipo de explicación, aunque no consiguiera verlo en aquel momento.
—Puede que haya visto alguna foto de la familia por algún lado. – Dijo Leonor tras unos minutos en silencio. – Esa será la relación que tiene con ella.
Charles le aseguró que no su esposa no había visto nunca a aquella chica hasta que él llevó aquellas fotos a casa. Tras insistir en que, si estaba seguro de ello, la anciana volvió a quedarse callada.
Leonor no se sentía cómoda con ese tipo de conversaciones. Esto era debido por lo sucedido en su adolescencia en la Casa de los Williams y por su incapacidad en creer en estas cosas. Por mucho que recordara lo sucedido, no era capaz de tener fe en lo sobrenatural.
—Siento haberla indispuesto con estos temas. – Señaló Charles con gran pesadumbre.
La notaba incómoda. No se había dado cuenta de que le había puesto en una situación algo incómoda para ella.
—No tienes por qué preocuparte. Estos temas me descuadran. Nunca he sabido cómo tomármelos. Ni siquiera he conseguido asimilar mi experiencia.
—¿Está segura de que no fue nada sobrenatural?
—¿La verdad? – Charles asintió. – No, no lo estoy. Pero necesito creer que no lo fue. Siempre he sido una persona muy racional.
La racionalidad de Leonor, su convicción por poner sensatez a todo aquel asunto, empezó a ser el anclaje de aquel chico a la realidad.
—Deja de pensar en esas cosas. En este pueblo, la mano de los Williams llega muy lejos en este pueblo.
—No me puedo creer todo lo que me está contando. Esa familia está... — iba a decir muerta, pero se retuvo. No sabía cómo podía sentarle a la anciana –. Desaparecida. – Terminó de decir.
—Puedes decir fallecida con tranquilidad. Hace mucho que no le espero.
Leonor intentó tranquilizar a Charles. No le iba a dejar ir por el pueblo si seguía tan nervioso. Quería que su mente se relajara y encontrara cierta paz antes de dejarle regresar a casa.
—No tienes que pensar tanto en esto. De todas formas, si tienes interés por Samantha, sus diarios tienen que estar en el archivo, en el ayuntamiento. Si no se han perdido, deben estar ahí.
Charles consiguiórelajarse. Regresó a casa pensando en los cuadernos donde Samantha anotó susrecuerdos. Era algo que debía preguntarle a Miguel en cuanto le viera.
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Casa Encantada
Mystery / ThrillerBonnie es una profesora que acaba de aprobar las oposiciones. Por eso, junto a Charles, su marido y Mary, su hija, se mudan de Madrid a un pueblecito pequeño del norte de España. La familia cree que que van a poder tener una vida tranquila, aunque...