Capítulo 39

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 "30 de Diciembre de 1991"

Charles estaba deseando que llegara el día treinta. Estaba deseando poder volver al archivo del ayuntamiento, pero se había metido el fin de semana.

Se levantó temprano, antes que su mujer.

—Charles, ¿qué haces?

—Quiero ir al registro.

—Todavía es muy temprano. Vuelve a la cama un poco más.

—Quiero dejarte el desayuno echo. La niña también necesita su biberón. Os dejaré todo en orden – onrió.

Unos minutos antes de que el ayuntamiento abriera, Charles salió de casa. Quería aprovechar la mañana.

Poco después de que Charles saliera de casa, Bonnie se levantó. Después del desayunó se puso a organizar la casa. Si hubiera levantado a Mary antes de hacer esto, no hubiera parado quieta y le hubiera resultado más complicado hacer las tareas de casa.

Le atendió el mismo funcionario que el primer día que fue a consultar los archivos.

—¿Por qué sigue usted interesado en esos documentos? – le preguntó el oficinista extrañado.

—Simplemente esa familia me da curiosidad.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de aquel chico. No le gustaba estar cerca de nada que tuviera que ver con aquel caserón-

—¿Cómo te llamas? – Le preguntó Charles – voy a pasar bastante tiempo por aquí y me gustaría llamarte por tu nombre.

—Miguel– respondió.

—Bueno, Miguel, ¿me das más documentos para leer? ¿Qué más tienes por ahí para mí?

Él asintió.

Buscó en el ordenador lo más interesante que tenía para él.

El funcionario hizo lo mismo que el último día que fue a consultar aquellos documentos. Le apuntó en un papel dónde podía encontrar las carpetas que contenía la información que buscaba.

Charles entró en el archivo. Era un lugar bastante grande para estar situado en un pueblo.

Cogió unas cuantas carpetas y se las puso al lado. Esperaba poder encontrar en alguna de ellas algo sobre el trabajo de toda la familia Williams desde que esta se mudó a la localidad. Especialmente, buscaría algún tipo de referencia sobre los habitantes originales de la casa.

Pasó más de media mañana sin que encontrara nada de relevancia.

Cuando estaba a punto de darse por vencido, encontró un pequeño papel. En él ponía un nombre, el de una empresa.

Siguió leyendo lo que contenía esa carpeta. Encontró un cheque en el que venía el mismo nombre que el de la nota.

—" Levanta S.A.". – Leyó Charles en voz alta. – ¿De qué será esta empresa?

En varios documentos más aparecía ese nombre. Aunque no entendía por qué había cheques en aquellas carpetas en relación con aquel pueblo.

Interesado por el tema y sin saber cómo conseguir información sobre esa empresa, decidió preguntarle sobre ese nombre a Miguel. Quizás él sabía algo.

—Miguel, ¿sabes de qué es esta empresa?

_De construcción – respondió el funcionario –. Hizo la casa de los Williams, este edificio, y varias cosas más en el pueblo.

—Bueno, y de quién es.

—¿No se lo imagina? – Sonrió Miguel –. De los Williams, claro. Era la empresa familiar.

—¿Se dedicaban a la construcción, entonces?

—A varias cosas. Su principal fuente de ingresos era esa empresa. Peter era abogado. Hacía también bastante dinero por ahí.

Charles volvió a la sala pensando en lo raro que era que fuera abogado. Una profesión así en un país en el que terminaría estallando la guerra.

Volvió hacia atrás.

—Miguel, ¿sabes por qué es Peter tenía una constructora y era abogado? Son cosas un muy distintas.

" Levanta S.A." forma parte de la herencia familiar. Es de lo que ha vivido la familia durante toda su existencia. Por lo que tengo entendido, a Peter le gustaba más la abogacía que el mundo de la construcción.

Las dudas de Charles estaban empezando a despejarse. Aunque aún le quedaban dudas sobre por qué la casa le daba tanto miedo a todo el mundo, al menos ya sabía cómo y por qué fue construida y de dónde sacaba su dinero la familia propietaria.

—¿Sabes si hay algún archivo sobre Samantha?

—Tendría que mirarlo. Supongo que habrá algo, aunque en esa época y en la alta sociedad, no es frecuente que las mujeres destacaran especialmente por sus actividades y sin eso...

—Te agradecería que buscaras alguna cosa que tuviera relación con ella, sea lo que sea. Me gustaría saber más sobre el asunto.

—Lo que se sabe es que era una ama de casa. Se preocupaba por el pueblo. Al parecer, su marido hizo muchas mejoras en la localidad gracias a ella, por la influencia que ejercía sobre él. De hecho, la escuela actual, se levantó gracias a una petición que esta mujer le dijo a su esposo. Pero sobre eso no hay referencias. Ya sabes cómo era la época. Las mujeres tenían muy poca importancia.

_¿Por qué?

_Como comprenderás, de las conversaciones entre parejas no hay registro. Lo que te estoy contando es algo que siempre se ha sabido.

Muy de la época, desde luego. La influencia de la mujer a la sombra de los actos de su marido.

Charles regresó a la sala. Aún tenía unas carpetas por leer.

Se pasaría toda la mañana leyendo aquellas páginas para no conseguir nada.

—Charles – le llamó Miguel –. Te he fotocopiado unos documentos. Hasta el día dos no abrimos y he pensado que te gustaría seguir leyendo sobre el tema.

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