Tiempo atrás, los humanos se hallaban divididos según su alimentación.
Los carnívoros, seres astutos y muy peligrosos dominaron por mucho tiempo, intimidado a los omnívoros y dado una mortal y descarnada cacería a los herbívoros quienes estuvieron cerca de la extinción.
Los alfas carnívoros eran especialmente sensibles al olor de los herbívoros, específicamente al de los omegas, los que los llevaban a encontrar y devastar ciudades enteras obligándola a escapar constantemente.
Es por este motivo que muchas veces, los omegas herbívoros eran vistos como un signo de desgracia entre sus familias y comunidades, siendo abandonados, sacrificados o usados como cebo para distraer a los carnívoros mientras sus familias huían.
Sin embargo, un día los omnívoros y herbívoros unieron fuerzas y lograron contener a los carnívoros encerrando los en ciudades rodeadas por omnívoros y así se halló algo de paz.
No sabían que esa era solamente una ilusión que no tardaría en desaparecer.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Tuve un sueño extraño que quise atribuir a mi eterna soltería.
Estaba desnudo junto a un joven. Tenía cabello y ojos de un lobo siberiano, así como la mirada y dentadura de un carnívoro.
Estábamos juntos, el suelo era tan real que podía sentir claramente como tomaba mi cuerpo, como sus caderas quedaban encerradas entre mis rodillas y su sêxo encajaba en mi como una pieza de rompecabezas mientras intentaba anular los gemidos nacientes en mi garganta.
Era delicioso. Simplemente delicioso.
-Yuri...-susurro a mi oido acomodandose. Su mirada aguda y penetrante me hipnotizaba, no podía apartar mis ojos de el. Era como ver a una cobra antes de lanzarse contra su presa- voy a marcarte.
Se acercó esperando el beso que le daría permiso para hacerlo. Íbamos a enlazarnos, formar un vínculo definitivo entre nosotros y eso nos uniría por siempre. Lo bese con profundo deseo.
Sus manos buscaron las mías sujetándola contra la cama y apresándome mientras sus labios repasaron mi clavícula dirigiéndose a la zona entre mi cuello y hombro, presionando se en la zona elegida para dejar su marca. Dió una lamida y otra , y otra más. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo, no tenía escapatoria alguna.
Shh..tranquilo...- susurro en mi mejilla antes de seguir-, tendré cuidado. Recuerda que eres muy especial para mí.
Acarició la misma zona con sus labios, soltando pequeños besos mientras lo agua y susurrando palabras dulces a mi oido para tranquilizarme. Entonces fue que lo sentí, sus filosos colmillos incrustarse a a mi piel y atravesarla. Un agudo dolor se apoderó de mí piel y no pude evitar el quejido delator.
Dolía. Dolía mucho.
-Y-ya...- murmuré sintiendo como las lágrimas de dolor adoraban. Su agarre se hizo más fuerte y en la posición en la que estábamos no tenía forma de escapar de él.
Finalmente se separó. Tenía los labios cubiertos de sangre.
Mi sangre.
-¿Te dolió mucho, Yuri?- preguntó sin soltarme, repasando su obra con la mirada y relamiéndose los labios.
-Ya está bien...- contesté sintiéndome feliz. Sentía que lo quería tanto, lo amaba demaciado...-Ya soy tuyo.
-Lo eres- dijo riéndose. Algo no andaba bien-. Eres mi presa.
Antes de que pudiese decir Aldo, se abalanzó sobre mí y clavo sus dientes en mi cuello, está vez sobre la carótida. Sentía mi vida abandonarme con cada latido.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Desperté agitado y cubierto en sudor. Afuera oscurecida y el viento gélido traía consigo una fuerte nevada. El ruido de este contra las paredes de mi alejada casa y los árboles del rededor simulaban los aullidos de un lobo.
Llevaba un tiempo viviendo solo, realmente no podía lidiar buen con el asunto de ser un Omega. Por mucho, fui un símbolo de mala suerte para mi familia. A pesar de la época de paz en la que nos hallamos, predominaba el prejuicio contra los omegas herbívoros y sobre cómo nuestra existencia afectaba de sobre manera a nuestra familia.
-¡Debieron emparejarlo con alguien en cuanto tuvo su primer celo!-grito un vecino a mi madre un día cuando era más joven. Ella intentaba esconder mi olor con pastillas, pero cuando más pasaba el tiempo sin conseguir una pareja, más fuerte se hacía este al punto de volverse insoportable.
Odiaba ser visto como un objeto sexual que para variar atraía la desgracia y odiaba ver a mis padres y hermana tan preocupados por mi. Fue por eso que un día simplemente decidí recluirse a un lugar alejado donde nadie podría sentirse incómodo conmigo. Es así que termine en una pequeña casa en medio de un bosque deshabitado.
Como no hallaba nada interesante para ver en el televisor y no tenía gana alguna de salir, busque por una película y fue entonces que algo captó mi atencion.
En las noticias de ultima hora: un «cazador» ha burlado la central de máxima seguridad en la zona roja carnívora, dejando un saldo de quince omnívoros muertos y otros treinta heridos. Además, ha dejado el paso libre para el escape de otros carnívoros peligrosos. Las autoridades están reforzando la vigilancia en las zonas fronterizas...
Los « cazadores» eran una subespecie de los carnívoros. Sí había algo peor que un carnívoro y eso era uno incapaz de contenerse y con la habilidad de devastar por su cuenta una aldea entera. Se consideraban seres ultra peligrosos y poco o nada racionales.
Apague el televisor. No tenía muchas ganas de preocuparme por algo como eso. De todos modos, no había mucho que podría hacer. Eche una mirada por la ventana; el ambiente oscuro y hostil era perfecto para una película de terror.
-Si el Yeti aparece, corro y lo abrazo - me dije a mi mismo, riéndome de mi propio chiste.
Sí, abrazar a un mounstro. ¿Que tan mal podía estar?
¿Que tan solitario podía sentirme?
Iba a sumirme en mis pensamientos y en una buena taza de chocolate caliente, y entonces fue que ví algo refulgiendo en medio de la oscuridad vespertina.
-¿Será un lobo? - pregunte al aire.
Escuché el sonido de un motorizado acercándose. Normalmente un equipo de omnívoros encargados de la protección de herbívoros venía a verme, quizás en este caso venían alertarle de la última noticia, aunque me extrañaba que se aventuran hacer algo como eso en este clima.
Mire nuevamente por la ventana, el fulgor había desaparecido.
Tocaron a mi puerta.
-¡Ya voy!- dije acomodando mi abrigo. Seguramente era Minami o Pichit, siempre se mostraban preocupados por mi.
Abrí la puerta esperando el efusivo abrazo de cualquiera de los dos.
Pero no. Cubrieron mis ojos y una fuerza descomunal logro inmovilizarme en el suelo helado mientras mis manos eran atadas tras mi espalda.
-¡Lo encontramos! - Grito alguien jadeando-¡Encontramos un Omega herbívoro!¡ Ya tenemos la carnada para Viktor!
No entendía que era lo que sucedía, tampoco podía pedir explicacion alguna. Intentaba oponerme, pero el frío glacial junto con la fuerza con la que era movido limitaban mis movimientos. Sentí que me cargaban y acomodaban en el asiento de un automóvil. Alguien me sujeto la mandíbula con fuerza y susurro a mi oido.
-Es mejor si cooperas, ahora mismo te encuentras en medio de tres carnívoros. En caso de no ayudarnos, no nos molestara destrozar a tus dos amigos omnívoros y a tú familia.
No tenía escape alguno.
![](https://img.wattpad.com/cover/202894918-288-k810991.jpg)