❄22: Despertar carmesí.

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Recuerdos...


Papá me había advertido muchas veces sobre los peligros de un carnívoro liberado y también sobre la importancia de no mostrar mi forma de lobo. No lo entendí hasta ese
momento fatal en el que Chris se abalanzó sobre nosotros y
reaccioné apartando a Yuri, lanzando un gruñido de advertencia.

Chris cayó sobre sus cuatro extremidades, derrapando en la
nieve y trazando un sendero en ella con su cuerpo. Al levantarse, se sacudió y soltó un gruñido anunciando que nos enfrentaría de nuevo.

Pensé en mis posibilidades, en desafiarlo y demostrarle que era fuerte, en ceder a mis impulsos de lobo y marcar sus límites con los míos.

Pero entonces sentí el temblor
proviniendo del pequeño cuerpo entre mis brazos. Los ojos expresivos de la que sería la persona más hermosa del mundo para mí me pidieron quedarme con él, no soltarlo bajo ninguna circunstancia y protegerle.

—Yuri, no tengas miedo. Estás con tu príncipe.

—Mi príncipe —repitió.

Sus ojos adquirieron un brillo mucho más profundo y emotivo.

Pensé en todas las veces que había hecho enfadar a Yakov saltando por los candelabros, resbalando en las barandas de la casa o subiendo al techo. Todo eso me serviría ahora.

Levanté a Yuri en mis brazos, notando lo ligero que era para mí.

Chris me enfrentó con su mirar desesperado, saltando sobre nosotros y siendo esquivado en tres oportunidades. Al final, logré apartarnos lo suficiente para tomar un último impulso y saltar hacia la azotea de la edificación.

Desde allí vi una serie de ojos brillando en torno al lugar donde nos hallábamos. Eran carnívoros que habían venido a darle la contra a lo que mi padre intentaba demostrar.

Nos observaron por todo un minuto en el cual estábamos entendiendo que el verdadero peligro. Vi a Chris caminar hacia el salón y una vez en la puerta uno de los guardias se acercó para ver lo que sucedía.

—¿Qué sucede, muchachito? —preguntó, seguramente por la oscuridad pensó que las manchas en la ropa de Chris eran de barro, y luego reparó en la verdad. Muy tarde, Chris le arrancó una mano de un mordisco.

Sobrevino un pequeño silencio propio de la impresión,  alguien gritó y empezó el bullicio que alertó a los
carnívoros quienes pasaron de mirarnos a fijar los ojos en la entrada y moverse en medio de los árboles.

—No salgan... —apenas susurré apretando a Yuri contra mi cuerpo.

Nadie podría escucharme y obviamente su primera reacción al ver a Chris lleno de sangre y entrando al salón fue escapar hacia el patio delantero donde se encontrarían con los carnívoros.

Intentaba reunir todo el valor que pudiese en mi ser, pero había vivido toda mi vida creyendo en la igualdad que mi padre profesaba así como había reprimido cualquier hambre
carnívora recibiendo la alimentación de un herbívoro.

—¿Pero qué hacen aquí? —preguntó un hombre tras de nosotros. Era el padre de Chris—. Viktor, tu padre está muy preocupado, vamos.

Asentí y lo seguimos. Me negaba a soltar a Yuri. Él se oponía y caminaba lentamente.

—Yuri, ¿qué pasa? —pregunté en un susurro mientras bajábamos por la escalinata hacia el pasillo del segundo piso.

Se acercó para hablarme al oído.

—Él estaba hablando con ella.

—¿Ella? —pregunté.

—La cabeza.

HUNTER OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora