❄52: Los ojos del depredador.

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Recuerdos...



Conforme transcurrían los días, el cuadro de Misha empeoraba.

Cada vez nuestro cachorro era más y más dependiente del oxígeno y debíamos vigilarlo constantemente.

Por otro lado, Misha mostraba un desarrollo alternativo en su forma de lobito, la cual tomaba cuando Yuri se movía de su eterno puesto de guardián al lado de la cuna para ir al baño o prepararle el biberón.

Como apenas gateaba en su forma de humano, como lobo ya podía sostenerse en sus patitas y lograba resbalar por las cobijas hacia el suelo alfombrado y correr detrás de su madre.

Al verlo tras de él, sentado y moviendo la colita, Yuri se limitaba a levantarlo, decirle que debía esperarle y regañarlo en medio de besos y palabras dulces.

Yuri adoraba a nuestro hijo y cada día me sentía un poco más desplazado de su vida y su amor.

Lo entendía,realmente lo hacía.

Sabía que el corazón de nuestro bebé era un reloj en cuenta regresiva y que Yuri era consciente de todos y cada uno de los segundos que pasaban.

Esta situación lo alteraba y sin saberlo, ambos estábamos al borde de una terrible crisis.

—Mañana debo ir a la ciudad central —dije entregándole un tazón con sopa a la hora del almuerzo mientras Misha dormía con las puntas nasales administrándole oxígeno—. Te preparé esto.

—Gracias — contestó tomando el tazón entre sus manos, mirándolo como si se perdiera en medio de las verduras y el caldo.

Debía sacarlo de su ensimismamiento.

Tomé una cuchara colmada de sopa acercándola a sus labios. Los abrió en un reflejo y probó el alimento.

—¿Qué tal, Yuri? ¿Tu esposo sabe cocinar?

—Está rica —confirmó al tragarla.

—Entonces come y no dejesnada.

Asintió con tristeza. Yo conocía esa mirada.

—Viktor.

—¿Si?

—Yo... quiero intentarlo.

—¿Eh? —Parpadeé dos veces—¿El qué?

Sabía qué era, pero no quería creerlo.

Tenía la mandíbula tensa mientras le veía sopesar sus palabras.

—Solo implantará un embrión, y a cambio de eso Misha estará bien —continuó con un tono bajo que se movía entre el temor y la decisión de salvar a nuestro hijo.

—No, Yuri.

—Viktor, solo será un tiempo. Yo...

—¡Dije que no! —-gruñí finalizando con mis manos apoyadas a ambos lados de su cabeza, inclinándome y
mirándole fijo—. Yuri, no quiero que otra persona te toque.

—No hará nada, ya escuchaste el procedimiento. Solo quiero que Misha esté bien.

—¿En serio crees en ese sujeto? ¿Crees que las cosas se solucionarán de ese modo?

Misha despertó sobresaltado y empezó a llorar, lo que hizo que cayera en cuenta de lo que estaba haciendo. Me aparté y Yuri se apresuró a consolarlo.

Enojado como estaba, pensé que lo mejor era que estuviese fuera por un momento. Sin embargo, cuando llegué a la puerta, Yuri continuó.

—Es mi cuerpo. Si tú no puedes entender esto, no importa. Soy tu esposo, Viktor, mas no soy de tu propiedad.

HUNTER OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora