Cap.10 "¿Nunca has visto Friends?".

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El camino a casa fue corto. Luego de nuestra tarde de chocolate y galletas en el Café de Stan con mis amigos de la escuela, había decidido volver antes que oscureciera.

Estuvimos unas tres horas charlando de las vacaciones de cada uno, era la primera vez que nos veíamos desde el último día de clases y teníamos mucho de que hablar.

Ninguno me había preguntado por Nathan por suerte, algo que agradecí internamente. Pero no faltaron las preguntas por mi nueva hermana Irina y respecto a Tadeo, que según ellos lo habían visto algunas veces rondando el pueblo conmigo, seguramente yendo a casa de Bernarda. Me limité a decir que éramos amigos, porque era cierto, pero no quería otro sermón de Coni sobre alejarme de chicos extraños.

Aunque a diferencia de Nathan, Tadeo era bastante social y tenía muchos conocidos en la escuela, sin incluir la larga fila de chicas con las que se había acostado. Pero Nathan no. El hablaba solo cuando era necesario y no compartía sus cosas con todo el mundo. Era mucho más reservado y sabía con quien abrirse.

Elimine las imágenes de Nathan observándome en silencio en la cafetería de la escuela y negué con la cabeza. Tomé las llaves, recordando que mi hermano había dicho que volvería por la noche de su día con sus amigos, y abrí la puerta.

No esperaba ver esto.

Detuve mi acción en seco y ni siquiera pude cerrar la puerta detrás de mi. Me quedé completamente estática en mi lugar, sin entender que estaba pasando o que estaba haciendo el aqui.

Como si mis pensamientos fuesen traídos a la realidad, Nathan estaba sentado en mi sofá, bebiendo una lata de refresco y cambiando canales en la televisión.

— ¿Que haces aquí? —fue lo único que mi boca pudo decir cuando logré moverme y cerrar la puerta. Ni siquiera pude sonar enfadada como hubiese querido.

—Cumpliendo mi turno —contestó neutro sin siquiera mirarme.

¿Donde estaba Noel o Tadeo?

—¿Creí que estabas muy ocupado como para querer cuidarme —me crucé de brazos y me sentí una completa idiota al darme cuenta que le estaba reprochando el no preocuparse por mi.

Lejos de sentirse mal por ello, sonrió con todos y cada uno de sus dientes, haciendo que mis piernas temblaran un poco.

—No estoy aquí por ti. Irina y Tessa desastrosamente están en sus periodos al mismo tiempo —lo miré expectante, intentando descubrir si decía la verdad—. Cato parece tener mucho que hablar con Tadeo —revoleó los ojos y pude entender porqué mi amigo no había venido a hacer guardia en mi sala. —Y por último, Danali y Jade discuten cada tres minutos como si ambas tuviesen seis años —fruncí mi ceño, recordando que la niña en realidad si tenía seis años, pero lo dejé pasar—. Además, tenía que pedirte disculpas.

¿Que?

—¿Por qué? —pregunté intrigada, aunque sabía porque, pero quería que el lo dijera.

—Por creer que Tadeo te estaba obligando a algo que tú no querías —dijo mirando la televisión.

—Nadie me estaba obligando a besarlo —me excusé.

—Danali te estaba tentando —respondí y sonreí.

—¿Y qué hay del resto de las veces que nos besamos? —sabía que estaba mintiendo, que nunca antes nos habíamos besado, pero si eso servía para fastidiarlo entonces yo salía ganando.

Pero lejos de molestarle, solo se encogió de hombros.

—En ese caso, está bien. Eres libre de besar a quien tú quieras —mi sonrisa se borró, al darme cuenta que estaba respondiendo como una persona coherente y no con un idiota—. Por mi está bien si quieres estar con Tadeo. En tanto te cuide y te respete.

Controversia (Saga completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora