Cap.6 "Miss Cordura".

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Me dispuse a hacer algo de tarea, aunque no tenía mucha ganas. Debía leer un libro para la clase de literatura. Si, la profesora Coxon me odiaba a mas no poder.

Comencé a leer y leer, el libro no estaba nada mal. Tuve sed y corrí hacia la cocina por algo para tomar. Encontré una lata de coca-cola y me la llevé a mi habitación, le di un buen sorbo y la dejé en mi mesita.

Seguí leyendo y bostecé. Leí unas hojas mas y los ojos se me cerraban. Decidí que era momento para que mis ojos descansaran, entonces cerré el libro y me dormí.

**

—Despierta Ali, la comida esta lista —abrí los ojos lentamente. El libro que estaba leyendo estaba a mi lado, miré hacia mi mesita donde estaba el reloj y a su lado, la lata de Coca-Cola. Las 8:45 p.m.

Me levanté pesadamente y bajé las escaleras hasta la cocina. Me senté y sentí olor a hamburguesas.

—¿Hiciste hamburguesas? —le pregunté a Renzo y el asintió sonriente—. Te amo hermano —le dije bostezando. El mordió un pedazo y lo escupió cuando comencé a reír.

—Esta caliente —continuaba riendo como retrasada, porque no sería su hermana si no me reía de sus desgracias. El timbre sonó y decidí que no era buena idea que mi hermano con la lengua quemada abra la puerta. Así que me paré y abrí.

—Hola, señora Porter —mi vieja vecina se encontraba parada en mi puerta con una pequeña tacita.

—Hola, querida Ali. ¿Tendrás un poco de azúcar? —asentí tomando su taza y llevándomela a la cocina, le serví un poco y volví al a puerta—. Tenga señora —ella me sonrió.

—Gracias pequeña —se dio media vuelta y se fue caminando a paso de tortuga. Volví con mi hermano el cual ponía hielo sobre su lengua.

—Eres un exagerado —volví a reírme y el me miró mal.

Terminamos de comer bastante rápido y como el había cocinado, me tocaba lavar los platos. Tomé todos los platos y los puse en la pileta. Luego de lavarlos, comencé a secarlos.

Noté que uno tenía una mancha negra. Fruncí el ceño y refregué más sobre esa mancha. Pero esta se hacia mas grande y cada vez mas grande. Era mas grande que el plato y había cubierto todo a mi alrededor. Mi entorno estaba en blanco y negro.

No entendía que pasaba. Mi corazón empezó a bombear más fuerte dentro de mi pecho. Quería gritar, correr, cualquier cosa. Mi primer instinto fue pensar que me estaba por desmayar, o que me estaba bajando la presión. De la nada...

—Despierta Ali, la comida esta lista —abrí los ojos lentamente.

¿Estaba en mi cama? Yo estaba lavando los platos. El libro que estaba leyendo estaba a mi lado, miré hacia mi mesita donde estaba el reloj y a su lado, la lata de Coca-Cola. 8:45 p.m.

¿Que?

Esa hora era cuando desperté.

Me levanté sin entender mucho y bajé las escaleras hasta la cocina. Me senté y sentí olor a hamburguesas.

—¿Hiciste hamburguesas?— le pregunté nuevamente a Renzo y él asintió sonriente. Bostecé. Noté que abrió su boca para comer.

—Justo estaba por ir a despertarte.

—Ten cuidado —le dije y me miró con el ceño fruncido. Mordió un pedazo y lo escupió. —Esta caliente —dije sin comprender mucho lo que sucedía.

—¿Como sabías que estaba caliente? —me preguntó mirándome como si fuera un bicho raro. Me encogí de hombros. Aún no comprendía mucho.

El timbre sonó y fue a abrirle a la que supuse que era la señora Porter.

Controversia (Saga completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora