Controversia (Saga completa)

Cap.18 "Sobrenaturales".

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Mi pie se movía impaciente. Jugaba con el cierre de mi chaqueta y podía jurar que si no me detenía ahora, acabaría por romperlo por completo. Decidí entretenerme mirando a mi alrededor.

El Café de Stan estaba vacío como nunca. Solo estábamos un chico detrás de la caja registradora, que jugaba con su celular, y yo. Era martes y eran casi las diez de la noche, sin contar que afuera hacía un frío de congelarse, no me sorprendía para nada que estuviese vacío.

La campanilla de la puerta sonó y voltee esperando que fuese el, pero solo era un señor algo mayor, que seguro compraría para llevar. Había mucha gente que pasaba por el pueblo debido a la carretera, y el Café de Stan sobrevivía de los turistas que pasaban cada tanto, porque no éramos demasiados habitantes de Hills Town.

La puerta sonó otra vez, pero no volteé, supuse que había salido el señor que acababa de despedirse del chico detrás de la barra. Pero entonces, alguien se sentó frente a mi.

—Maldición, está helando afuera —su cabello estaba perfectamente peinado y su perfume me dio una bofetada mientras dejaba mi postura encorvada y me ponía recta, como si no llevara esperando media hora—. Creí que me esperarías para el café —se quitó la chaqueta de cuero negra mientras observaba la taza vacía frente a mi.

—Lo siento, necesitaba pensar y llegué temprano. —Como si no hubiese pensado lo suficiente los últimos tres días. —Pero podría tomarme otro tranquilamente.

Me sonrió, como si no llevara tres días desaparecido. Como si los Clarke no me hubiesen llevado a mi casa, diciéndome que luego me explicarían todo pero que no podían ese mismo día. Como si no hubiese pensado millones de posibilidades y opciones para lo que había visto. Como si el o Noel no hubiesen ignorado mis llamadas. Como si no hubiese tenido pesadillas noche tras noche con Jaden. Como si hubiese hecho algo mas que enviarme un texto diciendo "Café de Stan, martes, 10pm."

Pidió un café latte, sabiendo que era mi favorito y un café negro con crema para el. El chico tardó menos de unos minutos en traer todo, minutos en los que estuvimos en silencio, ya que había poca demanda. Prácticamente el Café de Stan estaba abierto por nosotros.

No sabia si el iba a decir algo, o yo debía decirlo. Si debía hacerle las preguntas que había anotado en algún cuaderno durante la tarde aburrida de domingo, o si el las contestaría antes. No sabia como tener esta conversación.

—Nathan, yo... —me interrumpió, cosa que agradecí, porque estabas segura de que esa oración no terminaría en nada mas y nada menos, que en una Alison nerviosa tartamudeando.

—Deja que te explique primero y luego haces las preguntas —asentí con la cabeza, y tomé un poco de mi café. Se quedó unos segundos en silencio y se rascó la nuca nervioso. —Es que no se por donde empezar —bebió de su café y sobre sus labios había quedado un poco de espuma.

Diablos, yo quiero esa espuma.

—¿Que te parece por el principio? —me miró y le sonreí, haciéndole entender que no estaba enfada, solo confundida y que podía confiar en mi para contarme cualquier cosa. Me sonrió devuelta al entender mi intención y miró el suelo.

—¿Conoces esas viejas leyendas sobre brujas, hechiceros y todas esas cosas? —sonrió, tratando de calmarme pero no funcionó. No solo porque su sonrisa me alteraba. Si no porque su pregunta me había alterado. No sabía a qué venía esto, pero me lo podía imaginar.

—Creo que si —dije insegura, permitiéndole ver que mi ceño se fruncía. Una referencia apareció en mi cabeza, y aproveché que el tomaba de su café para hablar. —¿Te refieres a todas esas cosas como... —no quería decirlo, así que me acerqué a el, aunque el no lo hizo y lo dije en voz baja— ..vampiros y hombres- lobo?