Cap.17 "¿Quieres jugar al ahorcado, Alison?".

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Escucho voces dentro de la casa y el sonido de la televisión. Intento no hacer ruido, ya que Jade seguramente creería que hay un ladrón o algo así en su patio trasero. Veo cómo él sale de la casa, mira para ambos lados y me escondo en mi lugar, esperando que no me vea y comienza a caminar hacia algún lado.

Sonrío y espero que se aleje una cuadras para comenzar a caminar detrás de él. Mi peluca y mis lentes no revelan mi identidad, pero no me puedo fiar de ello. El es tan... el, que podría no solo intuir que lo estoy siguiendo, sino hasta adivinar que soy yo.

Lo veo esperar un autobús luego de tres cuadras, me escondo en un árbol y cuando veo que hace seña para detener el autobús, corro hacia la parada como si acabara de llegar y casi lo perdiera. Subo detrás de él y corro a un asiento al fondo del bus. Lo observo mirar por la ventana mientras se quita la capucha. Concentrado. Con su ceño fruncido, sus labios en una línea recta, sus ojos perdidos en algo. Apoya su cabeza en el vidrio y me doy cuenta que al parecer tenemos un largo viaje. Pero no puedo descansar, no puedo bajar la guardia, el podría levantarse y abandonar el bus en cualquier momento y debo estar lista para ello.

Después de unos cincuenta minutos en los que veo que estamos demasiados alejados de Hills Town, lo veo colocarse la capucha y es mi señal. Lo veo descender y dar dos pasos lejos del bus, porque necesito que se aleje un poco. Pero antes que el bus, que ya está vacío a excepción del chofer, vuelva a avanzar, hablo.

—Oh, lo siento. Es mi parada. Que despistada. —Intento sonar como una turista pero el chofer no se lo traga. Sin embargo, me abre la puerta y me deja salir. Suspiro aliviada y veo a mi presa.

Nathan Clarke camina con las manos en los bolsillos de su famosa chaqueta de cuero. Sus pasos son largos y definidos. Parece saber a donde va, quizá no es la primera vez que viene aquí. Dobla en una calle oscura y me pregunto si aún es buena idea seguirlo. Pero ya es muy tarde para darme por vencida y volver a la parada de autobus. Más que por la curiosidad de saber a donde va, es el miedo a quedarme sola lo que hace que siga caminando detrás de él.

En caso de que algo muy malo llegase a pasar, podría gritar y el quizá se apiadaría de una pobre joven indefensa en medio de la noche. Todo eso suponiendo que el no sepa que soy yo. Sino, válgame Dios. Me dejaría morir aquí.

Vuelve a doblar hacia un costado y alentiza su caminata. Copio su gesto y me escondo detrás de un árbol. Veo cómo está por voltear, pero el árbol es demasiado grande para que pueda verme. Espero unos segundos, deseando que no esté mirando en mi dirección cuando me asomo y para mi suerte, ya está caminando hacia adelante.

¿A donde vas, Clarke?

Lo sigo media cuadra más y lo veo entrando en un local abandonado. La puerta está forzada y es algo que llama mi atención. De lejos parece ser una pequeña tienda de víveres, como un pequeño almacén. Me acercó un poco más y apenas puedo verlo adentrándose en aquel lugar oscuro. Vuelvo a pensar si es buena idea o no, pero la idea de estar sola me invade otra vez y entro detrás de él, sin hacer el más mínimo ruido. Efectivamente, el lugar parece ser un almacén con góndolas y comidas en ella. Pero están vacías y las cajas tiradas. Paso por uno de los pasillos y mis ojos vuelan a un martillo desgastado sobre una estantería de metal.

Una visión se hace presente en mi y me alegro de poder reconocerla. El martillo envuelto en mis dedos se estrella contra la pierna de alguien. Mis manos toman una soga y la jalan con fuerza, haciendo resonar una campana.

Vuelvo a la realidad luego de mi corta pero reveladora visión y tomo el martillo con seguridad. Mis nervios se muestran cuando aprieto el mango de madera hasta que mis nudillos se vuelven blancos. Mi corazón palpita por no saber lo que voy a encontrar. Sigo caminando pero ya no veo la sombra de Nathan caminando frente a mi, no logro ver nada. Siento que choco contra un mueble y rápidamente las luces frías del lugar se encienden. Tengo el rápido reflejo de agacharme y esconderme en el mueble a mis pies y espero que mis ojos se acostumbren a la claridad. Veo que estamos en un gran galpón depósito que se abre paso detrás del almacén de la entrada.

Controversia (Saga completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora