Cap.38 "¿Tu quieres que yo la asesine?".

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Entré en mi casa un poco cansada por el día agotador de escuela. Hoy había hecho demasiado en clases sumando a la hora de gimnasia.

—Ren, voy a... —Me detuve en seco cuando vi que Irina y el estaban sentados uno frente al otro en la mesa de la sala.— ¿Que sucede aquí? —pregunté entrando y dejando caer mi mochila al suelo.

No me sorprendía que ella estuviese aquí, por el contrario, era muy normal encontrarla a veces en mi habitación cuando volvía de casa de Coni o de salir con Nathan. Pero sus rostros serios, uno frente al otro en la mesa, me dijo que algo sucedía.

—Ali, tenemos que hablar contigo sobre... el futuro. —Me senté en una de las sillas para poder ver a ambos.

—Está bien —dije con duda. Renzo soltó un suspiro y ambas lo observamos.

—Voy a volver a California. No voy a vivir con la tía Marcia. —El dio un vistazo a Irina y volvió a mirarme. Tomó mi mano y dio un apretón. —Voy a mudarme con Iris.

Mi boca se abrió sin poder creerlo pero después de procesarlo unos segundos, mi asombro se volvió alegría.

—¿En serio? —Sonreí.

—Si. —El me siguió y asintió. Me tiré a abrazarlo.

—Me alegro mucho. —Me envolvió en sus brazos y me sentí feliz por el. —Se lo mucho que la amas y nunca dudé de su amor. —Nos separamos y me sonrió.

—El padre de Iris me consiguió empleo en un nuevo restaurante del centro. —Abrí mi boca. —Voy a ser ayudante de cocina por el primer mes y si les gusta, quizá me suban de puesto.

Solté una risita y golpeé su mano juguetona.

—Ren, eso es genial. Te lo mereces. —Sonreí nostálgica y el dio un vistazo a Irina.

La observé jugar con sus dedos cabizbaja y me miró luego de unos segundos.

—Yo... Bernarda ha sido como mi madre toda mi vida y no puedo pensar en vivir lejos de ella. Así que, hablé con la tía Marcia y aceptó en dejarme a cargo de esta casa, en tanto yo me ocupe de los gastos. —Sonreí feliz.

—Eso es genial. Pero... ¿y el dinero? —pregunté preocupada.

—Siempre he tenido un excelente promedio en en el instituto y el director prometió darme una vacante como profesora de literatura para los niños de primaria. —Sonrió feliz. —Se que no es mucho pero es algo que me gusta y me ayudará a pagar mis cosas.

—Es perfecto para ti, Ina. —La estreché en mis brazos y disfruté de su perfume invadiendo mi nariz. —Tu también te lo mereces —dije cuando me alejé.

—Gracias Ali. —Volteó a ver a Renzo y el carraspeo su garganta.

—Entonces... te escuchamos —dijo el.

No tenía que ser una genio para darme cuenta que ahora tenía que contarles yo sobre mis planes a futuro.

—Bueno... Nathan me pidió que vaya con el a San Francisco. —Ambos se miraron un poco estupefactos y volvieron a mirarme, sin saber que decir. —Yo... aún no se que hacer. No decidí si quiero seguir con el, aún menos se si quiero mudarme —hablé rápido cuando los nervios me invadieron.

—Tranquila Ali. —Ella puso su mano sobre la mía. —Siempre puedes vivir aquí conmigo. Trabajaré por la mañana pero tendré el resto del día libre. —Me sonrió dulce y agradecí tenerla en mi vida.

—Lo sé. —Le devolví la sonrisa.

—No te presiones a tomar ninguna decisión, corcho —habló Renzo—. Aún tienes tiempo, les quedan algunos meses para terminar las clases y entonces puedes decidir qué hacer. Puedes terminar el año escolar y luego decidir. —Asentí con la cabeza.

Controversia (Saga completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora