—Ali.
Cinco minutos más, Renzo. Te lo suplicaré de rodillas cuando me levante si quieres.
—Alison. –¿Nathan?
Una mano me frotó el brazo e intenté abrir los ojos pero la luz del televisor me cegó y volví a cerrarlos.
— Que? —pregunté adormilada, sintiendo que su pierna cálida se alejaba de mi.
No recordaba en qué momento mi cabeza usaba su pierna como almohada pero no quería alejarme de ella.
— Quieres ir a dormir a tu cama? —su voz sonó muy lejana para mi. El solo hecho de pensar en mis sabanas frías me hizo querer quedarme aqui, pero tal vez el también tenía sueño y quería dormir en mi sofá sin que yo lo ocupara todo.
—Si —apenas se me entendió, ya que fue más un sonido. Pero mi cuerpo no me dejó moverme, la comodidad era máxima y sabía que las sábanas de mi cama estarían heladas.
Mi mente volvía a ponerse en blanco para dormir otra vez pero unos brazos me levantaron, alejándome del cálido sofá. Pasé mis brazos alrededor de su cuello como acto reflejo, y allí suspiré. Su piel cálida enviaba choques por todo mi cuerpo, logrando despertarme un poco.
—¿Que hora es? —Consideré quedarme despierta mientras lo oía subir las escaleras, creyendo que quizá ya era casi de día pero cambié de opinión cuando el habló.
—Casi las tres. En un rato llegará tu hermano —sentí como me dejaba suavemente en mi cama, que cómo suponía estaba completamente fría. Me abracé a mi misma y empecé a temblar cuando sus brazos dejaron de rodearme. Me tapó con el cobertor que estaba aún más frío y esperé que mi cuerpo generara el calor debajo de las telas.
Abrí los ojos por primera vez y lo vi caminar fuera de mi cuarto.
—Nathan —susurré, creyendo que no me había escuchado.
—¿Si? —Volteó su rostro hacia mi. Se veía con sueño y me daba vergüenza pedirle esto.
—¿Te... te quedarías conmigo? —No se preocupó en demostrar lo sorprendido que estaba por mi pedido. Lo vi tragar duro y parpadear. Sus ojos se entristecieron en un segundo y no supe si estaba viendo bien, pero era algo más que simple cansancio.
—No creo que sea buena idea. —Bajó la cabeza, pero no se fue de allí, lo que me dió pie a hablar otra vez.
—Por favor. Solo hasta que me duerma. —Suspiró sonoramente y vi sus ojos volar a algo sobre mi mesita de luz. Su rostro se contrajo con dolor y me moví para descubrir que sucedía.
La foto de Elias, Augusto y Ulises junto a mi me había caído como un balde de agua fría.
Sin responder nada, caminó rodeando mi cama, acostándose a mi lado.
Me moví hacia el para abrazar su torso. No sabía que estaba pasando entre nosotros. Por primera vez en mucho tiempo Nathan parecía estar siendo el que yo conocía. ¿Estaba fingiendo? ¿pero que ganaba esta vez? Yo ya sabía toda la verdad.
—Alison... —empezó a hablar y sabía lo que diría. Yo sabía que me estaba tirando sola al abismo, que él no me amaba y que mis recuerdos eran solo eso, pero no dejaba de sentirse tan bien el estar cerca de él.
—Te prometo que fingiré que esta noche nunca pasó. —Sentí una puntada en el pecho al decir eso y sabía que era una completa mentira, pero ¿que podía hacer?
ESTÁS LEYENDO
Controversia (Saga completa)
FantasyAlison Hock, arrastrada por su hermano a un pueblo desierto llamado Hills Town, comienza a vivir nuevas experiencias. Tras conocer a los hermanos Clarke, quienes despertarán una intriga en ella, se dispone a conocerlos mas de cerca. En el medio de t...