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El timbre sonó y debatí si abrir la puerta o no. Mi película estaba demasiado interesante y no quería perderme nada. Seguro era Noel llegando para dormir en mi sofá y cuidarme de los peligros de los cuales no se cuidarme sola. Revoleé los ojos y me decidí a que Renzo debería abrir, ya que el apoyaba esa idea.
Esperé oír las escaleras que indicaban que mi hermano bajaba a abrir la puerta, entonces recordé que el no estaba y que no me quedaba otra opción que levantarme del sofá. El timbre volvió a sonar y caminé más rápido.
—Ya voy, ya voy —rezongué mientras abría la puerta—. ¿Y tú que haces aquí? —espeté sorprendida. No esperaba ver a Tadeo tan tarde en mi casa.
—Si, si, de nada por cuidarte —mi ceño se frunció mientras el entraba en mi casa como si fuese suya. Cerré la puerta porque el viento helado que la noche provocaba intentaba entrar y caminé hasta la sala, donde lo vi desplomarse en mi sofá. —Noel no pudo venir hoy. Tuvo un... mm, tramite —afilé mis ojos en el.
—¿Que tipo de trámite? —crucé mis brazos esperando que no me mintiera. Se encogió de hombros, restándole todo tipo de importancia e indicándome que no lo sabia.
—Yo que sé, relájate. Solo estoy obedeciendo a Cato porque me encanta su prima así que, no me fastidies —revoleé los ojos y me volví a sentar donde ya estaba.
En parte me ponía nerviosa que Tadeo esté en mi casa cuando estaba sola. Si bien éramos amigos, no me olvidaba esa vez que había intentado besarme y había hecho algunos que otros comentarios sexuales acerca de mi. Pero desde que Danali apareció por aquí, todas sus intenciones conmigo habían desaparecido y me alegraba efusivamente no tener que preocuparme por eso.
Aunque es un poco contradictorio, porque también odiaba que esa perra hubiese llegado. No solo para acercase a Nathan, sino para dejar estupido a mi amigo y fastidiarme la vida a mi.
El momento en el que ella besó a Nathan hace días cuando apareció en casa de Bernarda se recreó en mi mente. Nathan se alejó automáticamente de ella cuando sintió sus labios y le dio una mirada de odio.
Ni te me acerques dijo el con los dientes apretados antes de subir la escalera y encerrarse en su habitación.
La imagen de Danali, paseándose por la casa de Bernarda como si fuese suya me retorció el estomago, sabiendo que ella seria capaz de colarse en la habitación de Nathan para hacer quien sabe que.
Como el solía aparecerse en la mía.
Suspiré mas que con tristeza que con odio, pero hablé rápidamente.
—¿Como te puede gustar esa lanzada? —pregunté con asco, sin pensar que el podría creer que estaba celosa. Porque si estaba celosa, pero no de Tadeo.
—¿Olvidas que yo también lo soy? —preguntó divertido y me reí del tonto baile de cejas que hizo—. La muy zorra no deja de meterse en mis sueños. —¿Que?
—¿Que? ¿Como que meterse en tus sueños?
—Si. Atrapasueños les llamamos a los que portan ese poder. Si piensas demasiado en ellos, pueden colarse en tu cabeza —parpadeé un par de veces.
Pero yo aún no conocía a Danali.
—Yo... soñé con ella, ¿pero como es posible si yo no la había visto nunca?
—No es necesario, no debes pensar en ellos precisamente, si ellos en ti. Si piensas en algo que te relacione con ella, algo que ambas piensen en la misma conexión, puede conectar con tus sueños y volverlos pesadillas.
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Controversia (Saga completa)
FantasiAlison Hock, arrastrada por su hermano a un pueblo desierto llamado Hills Town, comienza a vivir nuevas experiencias. Tras conocer a los hermanos Clarke, quienes despertarán una intriga en ella, se dispone a conocerlos mas de cerca. En el medio de t...