Su sonrisa me debilitó las piernas y agradecí estar sentada. No podía creer todo lo que acababa de escuchar y algo dentro de mi me decía que aún había un cabo suelto que resolver, algo que no encajara, pero aún no sabía que.
—No puedo creer que todo lo que me dices es real. —Moví mi cabeza. —Es... tan inverosímil. —Me mojé los labios con la intención de no sentirlos tan secos.
—Se que si. —Se acercó aún más a mi. —Pero te prometo que es la verdad. Si no me crees, puedes preguntarle a Tadeo, el siempre supo la verdad. —Asentí con la cabeza, recordando que el ya me había dicho que el único responsable de decirme la verdad, era Nathan. —Tuve que hacérselo creer a todo el mundo, porque no podía decirles la verdad o también habrían querido venir y Bernarda lo dejó muy claro. Tuve que hacerles creer a todos que ya no me importabas. —Vi el arrepentimiento en sus ojos. —Excepto a mi hermana. —Negó con la cabeza.
—¿No le dijiste a Thais que terminamos? —Volvió a negar y fruncí el ceño cuando lo vi sonreír.
—Esa pequeña diablo no querría escuchar mis motivos y me odiaría de por vida.
—¿Ella ya me conocía? —pregunté y el asintió con la cabeza. Sacó su billetera de su bolsillo y me mostró algo dentro de ella.
—Le envié esta foto a mis padres. —El tenía nuestra fotografía de mi cumpleaños en casa de Bernarda en su billetera.
Abrí mi boca sin poder creer que el tuviese eso allí. Alguna vez mi hermano me había dicho que un hombre llevaba sus cosas personales en su billetera y eso me hizo sentir en parte especial para el. Pero no quitaba mi enojo.
—¿Que piensan de mi? —pregunté cuando el pánico por la aceptación me invadió. El sonrió, dejándome ver los hermosos hoyuelos que se formaban a los costados de su sonrisa.
—Creen que eres hermosa y que debes ser muy especial si lograste llamar mi atención. —Se rio bromeando y no pude evitar seguirlo.
De un momento a otro, un silencio nos invadió. No supe si debía decir algo, abrazarlo, besarlo o decirle que era hora de que se fuera. No sabía si esto significaba que quería volver conmigo. ¿O significaba que nunca terminó conmigo? ¿entonces aún éramos novios? ¿Pero yo aún quería estar con el?
Ay Dios, necesito respuestas.
—¿Que va a pasar con nosotros ahora? —Solté queriendo terminar con esta duda interna. El no se sorprendió de mi pregunta, por el contrario, se aclaró la garganta como si ya supiese que contestar.
—Lo que tu decidas.—Me corrí el cabello de la cara nerviosa. —Si tu quieres que todo sea como antes, lo será. Te lo prometo, no mas mentiras. —Tomó mi mano y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. —Si no quieres verme, me alejaré de ti. Entenderé si no quieres estar conmigo después de esto, sería lo más lógico. —Asentí con la cabeza, dándole a entender que entendía lo que decía. Pero no me sentía capaz de tomar una decisión ahora.
—Yo... siento que no te conozco. Fuiste un misterio al principio, luego fuiste tan dulce. Entonces te volviste un idiota y ahora me dices esto. No se quien eres. —Negué con la cabeza y vi un dolor cruzar sus ojos.
—Por favor, déjame mostrarte al real. Soy un poco de todos ellos, pero seré lo que tú quieras que sea. —Tomó mi mano pero la retiré.
—Solo quiero al Nathan real —exigí y el asintió con la cabeza.
—Lo tendrás.
—¿Que pasará ahora? —pregunté y vi como frunció el ceño, sin entender. —Todos se irán. ¿Tu... volverás con tus padres? —Parpadeé varias veces, dándome cuenta que estaba más nerviosa de lo que creía.
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Controversia (Saga completa)
FantasiaAlison Hock, arrastrada por su hermano a un pueblo desierto llamado Hills Town, comienza a vivir nuevas experiencias. Tras conocer a los hermanos Clarke, quienes despertarán una intriga en ella, se dispone a conocerlos mas de cerca. En el medio de t...