Mi vida nunca había sido perfecta. Nunca había tenido matices rosas ni momentos mágicos, todo siempre iba de la mano con una tormenta de caos que dominaba mi vida, y destruía la de quienes me rodeaban. Pero no me quejaba. Pero, no me quejaba. Siempre tuve todo lo que quise, cuando quise, y como lo quise. Digamos, que eso era el precio de una vida que no me pertenecía. Pero Evan Hodwerdflez había sido un rayo de luz en mi vida. Pero entonces alguien había acabado con su vida y con las ilusiones que tenía de él en la mía. Había acabado con cada rayo de esperanza que tenía. Había disparado en su frente, llevándose su vida en un instante. Habíamos nacido en cunas de oro repletas de sangre, por eso crecimos rodeados de traición y de muerte mientras éramos cuidados bajo las mantas de una asociación que solo quería más y más poder. Pero lo peor de todo, es que el asesino de Evan siempre había estado ante mis ojos. Nos rodeaba, y nos hizo caer en una telaraña sádica de juegos en donde él sería el ganador. Caímos en sus juegos. En todos. No hubo uno que nos saltáramos. Caímos tan fáciles como nuestros enemigos, caímos por crédulos. Y por crédulo Evan murió por los juegos de una traición __________ Historia completamente mía. No se aceptan copias. Todos los derechos reservados.
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