Capítulo 81

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- ¿Tuviste un buen sueño? - Oír esto cuando apenas te acababas de levantar y aún se te caían las pestañas del sueño no era una de las mejores formas de despertar cuando no reconocias la voz y cuando se supone que deberías estar solo.

Su reacción, por supuesto, fue tratar de alejarse y terminar en el piso, una proeza ya que la cama era muy grande, con un grito muy familiar que no había soltado en un buen rato porque nadie había tenido la mala intención de asustarlo o darle noticias que le dieran pánico. Subir la cabeza para encontrarse con una dama muy bonita tratando por todos los medios de no reírse en voz alta demasiado cerca…

- ¡Hiiieee! - Se golpeó con algo, no tenía idea de que. Ese no era el punto. - Ita… - Iba a tener un chichón. Y no tenía idea de quién era esta mujer.

Una mujer con un lindo traje. No era una sirvienta. De hecho, no reconocía el traje así que no tenía idea de que podía ser. Sabía que era una especie de uniforme, uno con una falta debajo de las rodillas. Algo le decía que la falta no iba originalmente allí, así como el escote. Era linda, muy linda. Le tomó mucho no bajar la mirada, hacerlo sería de mala educación y sería demasiado obvio lo que estaba viendo.

- Oopps, ¿está bien Décimo? - Como rayo se alejó la misma distancia que la mujer se acercó. 

Esta vez la dama si se echó a reír, con ganas. Caray, hasta la voz era linda. ¿De dónde había salida o como…?

- ¿Dónde está Reborn? - Hablando del asesino, iba a recibir un regaño y un jalón de pelo por actuar así ante un completo extraño. - ¿Cómo entraste aquí? - Porque lo dejaban en paz si iba a dormir, solo pasaba Reborn. Eso no quería decir que tenía la suficiente privacidad para sentirse a gusto…

- Usted me dejo entrar, Décimo. - Fue la respuesta divertida de la mujer.

- ¿Eh? - ¡¿Qué él la había dejado entrar?! - ¡Hhhhiiiiiieeee! - ¡Eso no era posible!, lo recordaría y si era por el otro Tsu lo dudaba muchísimo…

Esto, por supuesto, ¿por qué no?, solo causo más risas por parte de la mujer desconocida. Luego de un momento de solo mirarse, fue que cayó en cuenta de algo. Algo muy tonto. ¿Qué era?, que no sentía nada malo proveniente de la dama.

No se refería a la falda de peligro, se sentía seguro en ese aspecto ahora que estaba lo suficientemente despierto y relativamente calmado para detenerse a solo sentir. Su intuición estaba tranquila, quizás demasiado tranquila porque solo decía que estaba todo bien como estaba todo. Luego venía lo otro: no sentía nada malo, proveniente de ella como acababa de decir, ni para ella. Era… no sabía si decir un mal trago o no. No sabía cómo describir la situación en la que se encontraba justo ahora.

A todos los que había tratado, hasta ahora, había algo. Así fuera solo un leve resentimiento o una simple irritación ante algo que decían… Hubiera esperado que esa parte negativa que no era de él propiamente hablando hubiera saltado ante la respuesta, para decirle que era una mentira o algo… Pues no. No había nada negativo.

Lo que había era una sensación agradable, similar a cuando veía a sus amigos (ante de todo esto). Mucho más suave, y un poco diferente. Era reconfortante, por un lado. Por el otro, el más fuerte, era el shock. ¡Era una completa extraña!, que no sabía… un momento…

- ¿Mi otra personalidad te conoce? - Preguntó una vez que escogió sus palabras con cuidado. No podía decir la verdad, así que…

- Akane. - La sonrisa creció. Un gran sí. Carajo. ¿No podrían haberle dado una advertencia o algo? - Solo vine a darle una vuelta Décimo, es casi hora de desayunar. - ¿Hora de desayunar?, ¿perdón?

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora