Extra 7: Six Traits of Personality (8/15)

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- ¿Aún no han dicho nada?

- No. - Por más que le pesará decirlo, no tenía nada más que decir.

Tomó una larga calada de su... ¿tercero?, ¿quinto?, cigarrillo. A este ritmo, tendría que comprar otra caja. Sus manos aún temblaban, y no sabía si era por la ira, el miedo, o simplemente algo más. Afortunadamente nadie había comentado nada, aunque tampoco era como si hubieran muchos aquí.

- No deberías fumar aquí. - Si, si, ya se lo habían dicho, pero no podía parar.

- Hay un extractor. - Esa era su defensa, su excusa, porque no se iba a mover y tampoco creía poder parar incluso si lo intentará.

Su acompañante no dijo nada más, y por un rato no hubo nada más que él y otro par de cigarros. Por ello no fue afectado cuando sintió movimiento a sus espaldas, ni cuándo oyó:

- Iré a decirles a los demás que aún no han dicho nada. - Era un enorme favor, porque no creía ser capaz de atender un teléfono ahora. O hacer otra cosa que esperar. La verdad es que quería tirar todo por la borda y entrar a la sala de emergencias y ver qué estaban haciendo allí. - Takeshi ya está fuera, vuelto el diablo, pero no puede moverse de la cama. Tiene múltiples fracturas en su pierna izquierda y eso no se puede curar con arte de magia. - En otra ocasión hubiera querido reírse hasta no más poder, pero ahora le valía un colmillo. Se sentía vacío, sin saber que hacer consigo mismo.

- Tenía más que una pierna no disponible. - Había sido un leve reto sacarlo de los escombros. Huesos rotos no eran tan fáciles de curar, a diferencia de otras cosas, con llamas. - Una silla de ruedas debería bastar. - Y porque francamente sabía cómo reaccionaría en su lugar: - Al menos asegúrate de que le den eso, una pierna rota no lo va a detener de querer venir a ver. - Si tenía que matar, Takeshi lo haría sin dudarlo.

No sería la primera vez que alguien tomaba decisiones irracionales debido a estar demasiado centrado en algo y/o por no desear discutir o perder el tiempo que posiblemente no tenían. Al menos Takeshi daba una advertencia antes de cortar cabezas, él no daría ni siquiera una si estuviera en su lugar.

- Tsk. - Más vale que saliera alguien a decirle algo pronto, había sido muy paciente como era.

La mitad de él solo quería agarrar al desgraciado infeliz bueno para nada hijo de las mil ***** que, por lo poco que había logrado atrapar mientras estaba en pánico al finalmente dar con su jefe, estaba borracho manejando un camión y se había tragado varias luces rojas y un cruce.

- Mukuro y Chrome van a tener el tiempo de sus vidas... - No importa lo que le hicieran al desgraciado papanatas, nada iba a ser suficiente para cobrarse esto.

Ni siquiera había querido preguntar el número de casualidades, porque Tsuna-sama no fue el único en entrar a emergencias, y había visto cuerpos cubiertos por sábanas.

Tsuna-sama aún estaba consciente cuando lo encontró entre los escombros. Esa imágen, ver a su jefe incapaz de hablar o respirar, atrapado en más de una forma y que no fue fácil sacarlo de allí, lo perseguiría en sus pesadillas por un largo tiempo.

- Tu intuición no cubre todo, ¿eh Tsuna-sama? - Murmuró para sí, viendo la sangre seca que tenía en sus manos, la sangre de su jefe, la sangre que tenía encima y no se había molestado en limpiar.

Oyó el sonido inconfundible de ruedas y sabía, solo sabía, que no estaba solo y que alguien estaba de un horrible humor a pesar de no haber visto de cerca a Tsuna-sama.

Claro que ver la sangre, la falta de movimiento, y la ambulancia daba todo el mensaje necesario de lo que ocurría. Takeshi probablemente no noto que había múltiples ambulancias en lugar de solo una. De broma él no estaba-

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora