Capítulo 64

412 69 16
                                    

- Así que, Tsunayoshi-kun… - La voz se tornó sedosa, fría, maliciosa. - ¿Cómo debería castigarte por desaparecer durante tanto tiempo? - ¿Castigar?, ¿había dicho castigar? – Después de todo… - Había tanta amargura en esos ojos, tanto disgusto, que podría nadar en ella. No ayudaba que estaba tan cerca que sentía la respiración en la cara. – han pasado años sin-

La luz se encendió de pronto, y siguió algo que lo hizo enrojecer como un tomate:

- Si vas a besarlo hazlo de una vez. – Como quien no quiere la cosa, casi con un puchero: – Deberías de cerrar la puerta, bajar las cortinas, y amordazar a conejito y si planeas tener una noche de pasión inolvidable, Emma-kun. – El invitado no invitado ladeo la cabeza, tomando otro malvavisco y llevándoselo a la boca. – Nadie juzga tus preferencias amigo. 

Un alfiler caer se pudo haber oído luego de tal declaración. Si hubiera podido, se hubiera llevado las manos a la cara. Si alguien preguntaba, diría que era por la vergüenza. La realidad era cercana, pero diferente. Era para reírse y llorar al mismo tiempo. Reírse porque era divertido así fuera por algo tan estúpido. Llorar porque cualquiera podría mal interpretarlo, no era el mejor momento, y obviamente no iba a salvarse de este tipo de cosas sin importar a donde fuera. 

Una risa divertida fue inesperada, al igual que ser liberado. No totalmente, eso nunca. Igual era un gran cambio: de estar apresado con alguien encima demasiado cerca para su comodidad a estar solo sujeto de una muñeca. Era mucha la diferencia, al menos ahora podía respirar “tranquilo”. Señor iba a entrar en una crisis nerviosa. No había duda alguna, era Emma. El mismo Emma al que no había visto en años. El mismo Emma que había buscado la forma de contactarlo y más, y lo había ignorado y/o negado. No era el único, solo era uno de quienes de seguro querían despellejarlo vivo por más de una razón, y estaban justificados de hacerlo…

- ¿Y qué me prohíban todo contacto con mi mejor amigo?, cielos Bya-kun, de broma no pediste que me castraran y me quemaran en una hoguera. – Eso, en realidad, era muy ligero a lo que en verdad podría pasar. – Quizás, en otra época… - Enrojeció otra vez y maldijo por lo bajo al idiota que le dio una mirada cómplice/seductora.

- ¿Oh? – “Con estos dos no se puede. Al menos Xanxus no está y no tiene tal… no, espera, capaz y si lo tiene solo que no se nota…” – Supongo que es de esperarse, después de todo-

- Si alguien más los oye y les cree, Reborn será su última preocupación. – Estaba seguro que molestar sexualmente a su estudiante era pecado capital o algo así para Reborn. Luego de todas las bromas y comentarios indeseados para diversión del mejor asesino a sueldo del mundo, claro está. – No creo que ni mis guardianes lleguen a ver sus restos. – Los mataría el mismo. Los restos serian buena comida para peces.

- ¿Que puedo decir?, tienes encanto. – “¿Qué diablos acabo de oír?” – Podrías conquistar a quien quisieras, siempre te lo he dicho. ¿Me paras metra?, claro que nooooo. – El pelirrojo se encogió de hombros, como si no hubiera dicho nada del otro mundo. - ¿A qué viene la visita Bya-kun?, estas retrasando las cosas, ¿sabes?

- ¿No puedo darle una vuelta a conejito? – Debatió brevemente meterles una patada en donde más les dolía a estos dos o simplemente tirarlos por la ventana. – Quería verificar que no fueras a matarlo o a propasarte. – “¿QUE?” – Quiero decir, me imagino que tu serias el más cercano a conejito. Sho-chan también estaba preocupado…

- Una preocupación valida. – Emma asintió con una mano en el mentón, pensativo. – Y-

Byakuran dejo de masticar, en asombro, y luego en terror ante la mirada oscura que le otorgo el Décimo Vongola con la sonrisa más falsa que hubiera visto. Con un Emma adulto en el suelo y sobándose el cachete, el cual tenía un gran rojo del golpe que le habían propinado y lo hizo volar fuera de la cama…

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora