Capítulo 33

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- Este lugar es muy grande... – Ya le dolían sus pobres pies...


- Ya casi llegamos Ju-Tsuna... - Esto iba a tomar un tiempo... pero la sonrisa de Tsuna valía la pena el esfuerzo.


- ¿Por qué todo esta tan... solitario? – Le daba mala espina, y hasta cierto punto miedo...


- Porque este lugar no es muy frecuentado y Hayato dio la noticia de que no era necesario más búsqueda, que estabas bien y en compañía. – Si no... mejor no pensar en todo el desastre que sucedería... solo para encontrarlo.


- Eh... hehehe... - Tal vez no debió de haber saltado por la ventana... pero en verdad no estaba pensando en ese momento...


- Ya vamos a llegar... - Hayato lo tomo de la mano, haciéndolo sobresaltarse de la sorpresa, y luego incomodarse al verlo arrodillarse frente a él y mirarlo a la cara. – Si estás muy cansado, puedo llevarte en mi espalda, si eso está bien contigo...


- ¡No es necesario!, ¡no es necesario! – Hayato pestañeo varias veces, sorprendido al verlo moverse tan rápido, ya había llegado al final del pasillo del tiro. - ¿Ves?, ¡no es necesario!


- He... - Reborn solo camino más rápido para estar a la par con Tsuna, riéndose un poco internamente ante lo sucedido. ¿Acaso Hayato se había olvidado que Tsuna era una persona muy penosa en el pasado?, de hecho, incluso casi muerto del cansancio no le gustaba ser cargado por nadie.


- No tan deprisa mocoso, puede darte un desmayo. – No estaba en condiciones para andar alterándose tanto, más bien había durado mucho tiempo despierto.


- Lo siento... - ¡Pero es que tampoco podían esperar que actuara como si eso fuera remotamente normal!


- No importa ya mocoso. – Tsuna se medió quejo al ser despelucado, y luego al recibir un leve empujón. – Ábrela, si puedes. – Fue una medio burla, cosa que gano un puchero por parte de Tsuna.


-... Esta cosa es pesada... - ¿De qué estaba hecha esta puerta gigante?, ¿piedra?


Reborn no dijo nada de nada, solo lo observo, y fue un tanto sorprendido al verlo entrar en Hyper Dying Will Mode, negándose a ser derrotado por una puerta dos veces más grande que él, y como 5 veces más ancha. Reborn en verdad no se molestó en detenerlo, y tampoco hubiera sido necesario porque no tardo en abrirla, jadeando más o menos, y temblando debido al esfuerzo. Tristemente, Tsuna no podía concentrarse plenamente en recuperar su aliento, y la única razón por la cual no trato de esconderse detrás de Reborn o Hayato era que aún no había vuelto a la normalidad.


- ¿Qué pasa? – Dios Santo, se sentía como si hubiera corrido una maratón... - ¿Por qué me miran tanto?, ¿tengo algo en la cara? – Era muy, muy incómodo.


- No realmente, es solo que estas despierto. – Reborn lo volvió a empujar suavemente, sin comentar en como sus llamas se apagaban o sus jadeos. – No podrás hacer fuerza por unas semanas... - Su condición física dejaba mucho que desear, pero para lo que había esperado era toda una maravilla.

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