Capítulo 22

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-... Parece que tu hechizo fue mutilado... - Murmuro un chico de pelo verde entre preocupado y divertido, en cualquier caso ellos no podían hacer nada así que... ¿para qué molestarse?


- Nufufufu... solo era-


- Cállate melón mutante, Giotto-sama dio lo mejor de sí. – Luego el pelirrojo frunció el ceño hasta más no poder. - ¡Idiotas! – No sabía si el grito era para los del presente o para los del futuro a estas alturas.


-... ¿Estas bien Giotto? – Asari continúo colocando su mano en su hombro al verlo solo más preocupado, y dijo tratando de calmarlo: - Estará bien, es un chico fuerte, siempre lo ha sido, si puedo sobrevivir a aquello... - Cualquier otro ya se hubiera vuelto loco, suicidado o condenado a todos los que pudiera a un mundo de tinieblas. - Esto es nada, ten más confianza en tu descendiente...


Giotto no dijo nada por un momento, simplemente observando lo ocurría. Era algo casi extraño ahora ver a su nieto (no contaría los tátaras) tan feliz, incluso si solo era consecuencia de un simple hechizo para que no recordara nada durante unas pocas horas combinado con las caricaturas que le eran tan divertidas... No debería ser extraño, para nada, pero hacia mucho, mucho tiempo que Tsunayoshi no se veía tan alegre o juguetón, mucho menos ambas. Aunque también eso se debía a que él tampoco se permitía ser feliz, demasiado dado a su familia como para olvidar que él también podía ser egoísta... Y ahora, como un simple destello, iba a recordar todo... Lo peor era que Giotto había esperado más tiempo, al menos una semana más para que esa bazuca no fuera disparada en frente de él y le trajera a alguien de su familia de su tiempo... Era algo así como enseñarle una araña a una persona que les tenía pavor, o al menos así lo veía...


-... Lo se... - Una lagrima cayo. – pero no por eso deja de ser cruel... - Todo debido a falsas ilusiones... todo por amor, por simple inocencia y por temor al cambio...


La mayoría solo continuo tranquilo cuando el humo rosa apareció, con Lambo eso era bastante usual por lo que no había de que preocuparse, y solo duraría 5 minutos, ni más ni menos. Aunque no podían entender porque Tsuna se volvió tan blanco como un fantasma y parecía a punto de desmayarse cuando el humo rosa hizo su debut, los pocos que lo vieron al menos. Sin embargo, a esos pocos no les dio tiempo de indagar o preguntarle qué pasaba y si necesitaba sentarse cuando el humo se disipo y una figura encorvada salió a la luz...


- Estúpida vaca... - Gokudera se cortó al igual que los demás al ver el aspecto de la nueva figura...


- Hola... - Dijo suavemente Yamamoto del futuro.


Lambo pestaño y tímidamente (asustado) se escondió detrás de las piernas de su hermano mayor, con los ojos grandes y tan sorprendido que dejo de llorar al instante. El Yamamoto del futuro solo sonrió levemente al ver esto, y luego subió la mirada... Antes de que cualquiera lo hubiera visto venir, Yamamoto estaba abrazando a Tsuna como si su vida dependiera de ello, sin darse cuenta de que Tsuna parecía incluso más pálido que antes y no le estaba correspondiendo el abrazo.


- No sabes cuanta alegría me da verte Tsuna... - Murmuro el ex-beisbolista, una expresión aliviada y feliz mostrándose en sus características, luego lo soltó y lo tomo de los hombros los ojos fijos en los de él. - ¿Cómo te sientes?, ¿cómo has estado?, ¿has estado comiendo bien?, ¿cómo va el entrenamiento?

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora