Capítulo 48

1.1K 117 24
                                    

- Ya puedes llevarte este paquete, Kusakabe-san. – Informo el chico sin levantar la vista del documento que estaba leyendo. – Vaya, la mayoría de todo estos son costos de reparación y costos médicos, y registros... - Muchos registros, mayormente escolares. – Sabes Kusakabe-san, esto sería mucho más rápido si estas pilas de papel estuvieran organizadas de este modo: primero las...


Kusakabe y los pocos que estaban en la oficina no sabían si llorar de alivio o sentir lastima por los estudiantes y cualquier otra persona infortunada de encontrar al prefecto hoy. Por supuesto que muchos de ellos estaban anotando casi todos los comentarios del chico, ya que en una hora había organizado todos los documentos y en media hora había acabado con una pila completa. El promedio de una pila siempre había sido de dos a cuatro horas si se hacían como era debido, no en media hora. Si con este método el papeleo se hacía así de rápido... pues pobre gente de Namimori, porque mientras menos tiempo estuviera Hibari haciendo esto, más tiempo estaría rondando las calles buscando a gente violando las leyes (y morderlos hasta la muerte en consecuencia). Hibari había desaparecido hace mucho tiempo atrás, y según Tsuna debía de estar tomando la siesta en algún lugar y francamente nadie quería cuestionarlo acerca del porque estaba tan seguro de eso. La verdad, cualquier pregunta se le era contestada de inmediato, y cualquier orden tacita también era cumplida del mismo modo. Hibari no les había dicho nada de nada al respecto, pero ninguno era lo suficientemente estúpido como para no darse cuenta que era mejor no buscar problemas con este chico después de verlo jugando con su jefe.


- ¡Juuudaaaaiiimmmeeeeee! - ¡Blam!


- Gokudera-kun, por favor, las puertas no son indestructibles. – Se medió quejo el chico, sonriendo ante el recién llegado. – Por favor, guarda eso, no hay necesidad de volar nada. – Pidió amablemente al ver las dinamitas encendidas en las manos del bombardero.


- ¡Enseguida Juudaime! – Las dinamitas desaparecieron por arte de magia en meros segundos. – Juu-


- Ma Ma, te dije que nos estábamos preocupando demás Gokudera. – Comento otra persona no invitada entrando tranquilamente por la puerta. – Yo, Tsuna.


- Hola Yamamoto. – Saludo el chico como si nada fuera de lo normal ocurriera. - ¿No vino nadie más?


- Las chicas están comiendo pastel en la Cafetería. – Ellas no iban a venir hasta que terminaran, y quizás era mejor así porque ya no tenían dinero ellos dos. – Quizás vengan más tarde. – Probablemente no. – Los demás ni enterados por todo lo que sabemos. – Ignorando a todos los demás, se acercó hasta donde estaba Tsuna y paso un brazo por sus hombros, sonriendo ampliamente. - ¿Hibari te trajo para que trabajaras en su lugar?


- ¡Idiota!, ¡no seas tan-


- No pasa nada Gokudera-kun. – Dijo rápidamente Tsuna, antes de que ocurriera algún desastre. – Y así parece, ya voy a terminar, a este ritmo estaré libre para el almuerzo. – Solo le faltaban 4 pilas, eso era nada. - ¿Qué les parece si nos vemos en la azotea?, no creo que quieran ayudarme con esto, es tedioso. – Comento, volviendo al documento que tenía en manos. – ¿Por casualidad vienen de la enfermería?, Hibari-san estaba bastante molesto...


¿Cómo no va a estar molesto si destruyeron un salón y más?, y de paso ahora tenían que buscar a un nuevo profesor... Bueno, ya Hibari se había encargado de todo, y mandado a una gran cantidad de gente al hospital y a la enfermería...

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora