Family of the Past

Capítulo 45

- Lo siento, es que... - Realmente no lo sentía, en todo caso... - Eres demasiado bueno, Tsuna.

- Si tú lo dices... - La verdad, Tsuna no creía eso, pero lo mejor era no decirlo. – No sé porque lloras... - Y era inútil limpiarle las lágrimas si iba a estar llorando... - Voy a ser el Décimo Vongola.

-... Pero no quieres serlo, ¿no es así? – No era una pregunta, y no necesitaba una respuesta.

- Quiera serlo o no realmente no importa. – Dino quería decirle que si importaba, pero dejo que continuara. – Solo quedo yo, no hay otra salida Dino-san. O soy yo o soy yo, aquí no hay opción.

Dino sintió un nudo en la garganta, ¿quién le había dicho eso?, ¿quién-

- No es como si me fueran a escuchar tampoco... - Tsuna suspiro tristemente en eso. – No digas nada, no es necesario, Reborn no me dejara en paz hasta que acepte, ni Vongola, y los chicos están más que ilusionados... ¿cómo pudo quitarles eso? – Una pequeña risa triste. – Además, todos han sido realmente listos...

¿Listos en qué?, ¿en condenarlo a algo que no quería por ser tan buen chico?, ¿a darle una vida que no quería y que lo haría infeliz por el resto de su vida?, ¿a forzarlo a cosas que no quería ni tratar?, ¿en meterlo a un mundo que tratara de pisarlo y comérselo vivo?, ¿a llenarse las manos de sangre?, ¿a estar solo y ser abandonado por aquellos a los que el más quiere?, porque eso sería su futuro: solo y encerrado en una mansión con solo sirvientes, sin aquellos por los cuales había aceptado todo lo que le había caído encima...

-... Tengo todo lo que siempre he querido... - La triste confesión hizo que Dino lo mirara de nuevo, solo para encontrarse con la cara más triste y feliz que había visto en su vida. – Tengo lo que siempre he querido... - Repitió suavemente, sin cambiar de expresión.

-... ¿Y eso es...? – Solo para confirmar lo que no era necesario confirmar...

- Amigos, familia, a no estar solo... - De verdad no era necesario confirmar... - Fueron realmente listos, no los dejaría por nada, por eso realmente no importa si quiero o no ser el Décimo Vongola...

Porque mientras los tuviera a ellos, no le importaba ser el Décimo Vongola... Señor, ¿qué habían hecho?, ¿qué habían hecho Nono y Reborn con este chico?, simplemente no tenía palabras... Nono solo quería a alguien tan bueno como Tsuna como el próximo jefe Vongola, y tenía toda la razón en eso, y Reborn estaba más que de acuerdo. Después de todo, Reborn no entrena a nadie que no valga la pena, y por lo tanto Tsuna era digno de ser el Décimo Vongola ante los ojos del mejor asesino a suelto. Dino estaba totalmente seguro de que Reborn había reunido a los guardianes, había creado a la familia, para darle a Tsuna algo por lo que luchar, para enseñarle lo que era verdaderamente importante... y aunque sabía que Tsuna quería amigos (era demasiado obvio cuando lo conoció), no sabía que en realidad lo había atado... Reborn no debía de saber, ni siquiera en su época, que había atado a Tsuna a cualquier cosa que deseara al darle una familia.

Estaba completamente seguro de que el Reborn de su época no debía de tener idea de lo que sin querer había hecho. No podía culpar a su tutor, Reborn era una buena persona, a pesar de ser un sádico espartano. Estaba seguro de que, si llegaba a decirle todo esto, el Reborn de su época pasaría días sin saber que decir, sin saber qué hacer, completamente sorprendido. Reborn nunca ataría de esa forma a alguien a quien quisiera, solo a sus enemigos y aun así. Tsuna acababa de decirlo: haría lo que sea con tal de hacerlos felices, de permanecer con ellos, así no le gustara. ¿Qué peor atadura que esa?, Reborn lo había atado de una forma muy cruel sin siquiera darse cuenta... y las consecuencias serían horribles en el futuro. Para Tsuna no existía ninguna opción, él lo veía de esta forma: si quería tener a su familia debía ser el Décimo... Reborn no le había dado opciones a Tsuna, le había dado una demanda, una orden, y Tsuna solo acataría. Sentía lastima por su tutor, le daría de todo si llegaba a decirle esto... y lo peor es que tendría que hacerlo.