Capítulo 30

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Cuando Xanxus llego a la puerta, toco, y le abrieron inmediatamente sabía que algo malo había, iba, o estaba sucediendo. Cuando vio los rostros nerviosos de las basuras que tenía en frente, una segunda alarma sonó en su cabeza. La tercera alarma no tardo ni siquiera 30 segundos en sonar luego de la segunda, y a diferencia de las otras, esta era más fuerte. La razón fue simple, demasiado simple, y aun así no tuvo tiempo de escapar... nadie tuvo tiempo de escapar. La tercera alarma sonó al ver una cara muy sonriente de alguien quien estaba besando la mejilla de cierto beisbolista.


- ¡Nii-chan! – Exclamo el chico, sonriendo de oreja a oreja y antes de que cualquiera pudiera reaccionar, Tsuna le había besado las mejillas a Xanxus y abrazado, así como arrastrado a dentro de la casa.


Si no fuera porque Xanxus los re-contra-mataría si lo dejaban solo en esta extraña e inexplicable (al menos en ese momento y en verdad ninguno quería saber) situación, los demás hubieran salido corriendo a máxima velocidad de vuelta al hotel. Era algo increíblemente bueno (en su opinión) que regresarían mañana a su verdadero hogar, porque estas últimas situaciones... no, simplemente no eran fáciles de vivir, incluso si eran increíblemente divertidas y a vergonzantes (para quienes les tocara el infortunio). No lo iban a negar, aunque tampoco lo dirían en voz alta en frente de su jefe, pero era increíblemente divertido ver lo que Tsuna le había hecho... y le hacía. La única razón por la que trataban de no reírse era para no molestar a Xanxus y que este tratara de matarlos, y en consecuencia destruir algo y... que Tsuna pudiera reaccionar de mala manera.


Envidiaban un poco a Lussuria y a Levi... ninguno de los dos estaba presente. Luego se enterarían de lo afortunado que fueron por quedarse a limpiar el desastre y a hacer guardia... Y de Mammon deberían de estar celosos, pues se hizo invisible a la-


- Mon-chan~ - El Arcobaleno solo pudo medio chillar al ser abrazado, besado en la nariz, acunado y puesto en el sofá en menos de 30 segundos.


Aparentemente la invisibilidad no era una buena defensa en contra de Tsuna...


- Voi-chan~


- Hey, hey, apártate mocoso-¡¡¡VOIIIIIIIIIII!!!


Los gritos ni siquiera perturbaban a la amenaza andante, solo lo hacían reír y sonrojar un poco. En este punto, los otros solo se dejaron... y terminando en distintos lugares de la sala y comedor. Suerte para ellos, o quizás no tanto, al terminar con ellos Tsuna salto y reboto al lado de Xanxus, abrazándolo como si de un osito de peluche se tratase, prácticamente ronroneando, contento. Xanxus solo se limitó a mirar al techo y quedarse mirando el techo. No creía que regañar, criticar, amenazar, entre otras, fuera a funcionar... no luego de ver las caras de "lo siento" del resto de los presentes que habían estado allí mucho antes que ellos. Eso, y no ayudaba que el chico-


- Tsu-Tsu-chan... - Corrigió rápidamente Yamamoto ante la mirada dulce, pero amenazante (había repetido lo que lo llamaran Tsu-chan más de 10 veces, así que...) – Eh... ¿no crees que deberías soltar a... tu hermano? – No importa lo que dijera, ya Xanxus estaba molesto, así que no importaba si echaba más leña al fuego... a ese fuego al menos.


- Ahhh~ - Cielos, jamás dejarían a Tsuna cerca de algo que contuviera alcohol en el futuro... - ¿Acaso Keshi-chan esta celoso? – Tsuna se rio lindamente al final, algo burlón, mirándolo con nada más que diversión.

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