- ¡Nee-chan! – Llamo al abrir la puerta con una gran sonrisa, ignorando totalmente el hecho de que pudiera o no haber clientes en el local... o siquiera quien buscaba.
- ¡Hey mocoso! – Saludo la chica con una sonrisa igual, deteniéndose por un momento de facturar a un cliente. – Te habías tardado, ya comenzaba a pensar que no vendrías a visitar. – Se había tardado más de lo esperado, a decir verdad. – Aquí tiene, que lo disfrute, esperamos que vuelva pronto. – El joven adolescente que acababa de comprar Call of Duty solo asintió lentamente, mirando entre el nuevo chico y la vendedora sin saber que decir al respecto.
Era algo bueno que no sabía que decir, ni él ni los otros clientes que estaban mirando, porque hubieran sido ignorados o hubieran recibido una mala respuesta por cualquiera de los dos, en especial la chica. Tsuna estaba de muy buen humor así que había muchas más probabilidades de fuera Asuna quien pudiera contestarles de mala manera, vendedora en ese momento o no. Por otra parte, quizás la mayoría de las miradas eran debido a que ellos dos no se parecían mucho como para ser hermanos... o quizás solo era lo inesperado de todo.
- ¿Escapado de clase? – Pregunto la chica luego del abrazo, mirando la hora. – Muy, muy mal Tsuna, pensé que ya habías dejado de portarte mal~
No era su culpa que en el pasado los brabucones terminaran por básicamente echarlo de la escuela a veces, haciéndolo correr y salirse de dicha institución antes de darse cuenta. Tampoco era su culpa todas esas veces en la que se perdió o decidió escaparse de un compartir o algo similar... prefería mil veces estar aquí que allá en esas circunstancias. Ahora, nada de eso concordaba con la hora en la actualidad...
- Alguien voló mi salón de clases. – Comenzó a explicar, sonriendo como si dijera algo para nada grave. – Y luego vinieron los policías escolares y les cayeron a palos a todo el que se moviera para restaurar el orden. – Tsuna continuo, tratando de no reírse ante la cara de su hermana mayor ni de los que estaban oyendo. – No tengo salón ni profesor hasta nuevo aviso, seguramente el Lunes todo será como si nada hubiera pasado...
Hibari trabajaba endemoniadamente rápido para cosas como esa, ya el Lunes tendrían profesor y todo estaría impecable, lo que no se sabía era si los nuevos profes serian al menos decentes... Como decían: "¿quieres rapidez o precisión?, decídete". No ayudaba que había muy pocos profesores y personal que quisiera trabajar en el instituto a sabiendas de quien era el que gobernaba dicha institución... y no se les podía culpar, no todos tenían esa valentía y sentido común necesarios para trabajar en un lugar con tanto índice de riesgo como ese.
- ¿Te refieres a Hibari Kyouka? – Un adolescente tembló al tan solo decir el nombre, en la zona de juegos para Xbox. Por lo visto, el chico había caído en las "manos" de cierto individuo y termino con una experiencia sin igual para el resto de su vida. - ¿El prefecto demonio?
Otro adolescente y su padre salieron a paso rápido del lugar, ambos con caras de no querer saber más y de que muy posiblemente habían sido visitados más de una vez por el terror de Namimori. Hibari era una persona de temer, incluso aun ahora que no era el único terror suelto en las calles...
- Sus sirvientes~ - "Kusakabe-san y los demás fieles de seguro se sentirían entre orgullosos a enfurecidos al ser referidos como sirvientes...", pensó Tsuna tratando de no reírse y simplemente continuar con su sonrisa encantadora, tal y como si no estuviera diciendo nada del otro mundo. – Hibari-san salió más tarde, y la paliza se volvió a un peor según cuentan. – "Y para el toque de gracia:" – Uff, menos mal que estaba en otro lugar o de seguro estaría en la enfermería o en el hospital con mis otros compañeros de clase...
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Family of the Past
FanfictionUna muerte, una sola muerte para salvar a su familia provoco la destrucción de su vida por así decirlo, aún así, no se arrepentía de lo sucedido. No obstante, un deseo cambio todo...