Family of the Past

Extra 7: Six Traits of Personality (3/15)

-... todo. Más bien perdoname por no haberte presentado a todos desde el inicio. - Aizen decidió allí mismo que era mejor que Dulzura no supiera la cantidad de veces que fue visitado por los demás y el par de veces que vino solo por aparentar.

Dulzura no necesitaba saber cómo habían ido tanto a conocerlo como a demandarle qué diablos estaba haciendo, solo para que todo se acabara con "quería tiempo a solas". Ahora que que veía todo esto, la gran famosa "reserva" en todos sus rincones, todo porque Dulzura le estaba dando un tour, que aparentemente no era nada nuevo...

- "¡Aquí!, ¡aquí Amo!" - Irónicamente, Dulzura estaba consintiendo a los pocos perros que se saltaron la cerca con gran habilidad, sin molestarse por ello, y lo habían estado siguiendo sin dejar de estarlo llamando.

Era tonto, tonto porque Dulzura no los entendia e igual los consentia, y tonto porque los pocos humanos que habian estaban a un paso de subirse o cubrirse con algo. Nadie iba a ir por ellos, la atención estaba en Dulzura, completamente en Dulzura. Y no era como si nadie supiera quiénes eran ellos y los consideraran intrusos, ¿cierto?

- No hay problema, es un lugar inmenso sin agregarle esto. - Solo la mansión era gigante. Y este lugar...

- "¡Hey!, ¿no vas a venir a verme Dulzura?" - Estaba casi seguro de que si Joker hubiera podido, se hubiera saltado la reja.

En realidad, tenía miedo. Había un pequeño alboroto porque todos querían al menos ver a Dulzura. Dulzura no podía entenderlos, solo podía oír los aullidos, los ruidos, los cantos y ya. Lo encontraba adorable, porque no era tan fuerte. Si Dulzura pudiera entender...

- Los malcría demasiado Tsuna-sama. - Nuevamente la mano derecha del Décimo Vongola fue completamente ignorado, como si nunca hubiera hablado.

No era nada nuevo si el visible cansancio y cara de pocos amigos del otro hombre decía algo. Dulzura, obviamente, no le había hecho caso antes y no lo haría ahora. Estaría curioso sobre cómo Dulzura tenía tantos animales, si no fuera por lo que oía desde donde estaba. Si no hubiera conocido a Dulzura primero, sería otra historia.

- "¿Papá?, ¿a dónde vas?" - Quedó petrificado, y no por lo que sea que lo agarró del brazo y jalo. - "¿Papá?"

Giró la cabeza lentamente, solo para dar con un ser que nunca antes había visto. Era enorme. Y extraño. Quizás olvidó por un minuto o dos que no estaba usando su forma real. Si alguien señalaba que quedo como un perfecto idiota, se defenderia diciendo que no todos los dias conocias a un ser tan grande y raro. No iba a decir que la parte de ser padre de la nada fue un completo shock.

- Eh... - A pesar de su gran tamaño, este ser era solo una cría. La mirada y la voz... ¿por qué nadie le advirtió de esto? - Te refieres a Dulzura, ¿verdad? - Le hubiera ahorrado este susto. Apenas tenía un mes o dos de existencia. - Está por allá. - Señaló con un dedo, y aclaro antes de que hubiera un malentendido: - Soy Aizen, solo tome la forma de Dulzura prestada, perdón por confundirte amigo. - No estaba ni remotamente listo para ser padre, ¡muchísimas gracias!

- "¿Aizen?" - Al menos, por la sorpresa, alguien le había comentado sobre él. - "El pájaro que puede engañar a los humanos?, Azura me comentó sobre ti, pero no me dijo que podías..." - Fue soltado de manera casi incómoda.

- Dulzura también puede. - No creía que hubiera una explicación simple que este pequeño pudiera entender. - Lo siento, pero necesito tomar una forma humana si quiero poder hablar en su lenguaje. Dulzura ha sido muy amable en prestarme su forma, ¿sabes? - Siempre y cuando no hiciera una locura, tenía la vía libre.

Tomando en cuenta que a diario siempre algo explotaba, el término locura era muy, muy suelto. Solo con eso creía que podía salirse con la suya con cualquier travesura. Si no lo hacía, siempre estaba el hecho de que Dulzura era un humano bastante cariñoso. Eso bajaría su sentencia. Bajaba la sentencia de todo el mundo, honestamente.