Capítulo 78

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Mirando al techo, lo primero en ver al abrir los ojos, solo se le vino una cosa a la cabeza: "¿otra vez aquí?", un sueño en una playa no lo mataría. 

- ¿Natsu? - Preguntó en voz baja, dando con un manto familiar, pero que en este caso no estaba feliz de verla. ¡Daba calor!

- Gao… - Suspiro profundamente ante el cachorro de león que había decidido cambiar de forma. Ambos sabían que era incómodo dormir así, o estar así en una cama. Era incómodo para ambos.

El pequeño león se le derritió, siendo rascado detrás de las orejas y luego empujado y acariciado de la forma en la que más le gustaba. No hubo palabras, no tenía nada que decir y Natsu tampoco, aparte de que en verdad no podía hablar. 

- ¿Gao? - ¿Qué?, no iba a quedarse todo el sueño allí. 

- ¿Me acompañas al baño? - No pasaba nada si quería quedarse un rato más allí. 

El ruido de unas patitas correr por el suelo fue su respuesta. Verlo adelantarse y subirse a la tina casi con impaciencia era para hacerlo reír.

- Okey. - Se le era divertido, no podía evitarlo.

Cerrando la puerta con llave, procedió a darse un largo y relajante baño. No tenía prisas, y no sabía que hacer aún. Además, Natsu estaba gozando un montón, el pequeño leoncito mimado.

- ¿Listo? - Natsu se le quejo cuando lo soltó de las orejas. Si, era un pequeño mimado.

A la hora de vestirse tuvo que hacer una pausa, una idea viniéndose a la mente. Sonrió un poco, sin poder evitarlo. Escogiendo un traje prácticamente nuevo, solo lo había usado una vez si no mal recordaba, armo un pequeño plan. No era lo que papá quería, pero era lo más cercano sin llegar a ser real. Además, quería ir a otro lugar. No usaría un avión, era demasiado llamativo. Que hiciera un pequeño desvío no era nada extraño, y podría decir que cumplió. Papá lo mataría solo pensar en esto, ¿pero que importaba?

- ¿Cómo se ve? - Si Natsu hubiera podido darle una cara perpleja, la hubiera usado de seguro. - Sssshhh, no vayas a decir nada, ¿sí? - Con eso su amigo entendió de inmediato lo que quería hacer.

El traje no le quedaba muy bien. Era casi todo negro y el negro no le iba muy bien. O eso decían todos. Le valía un colmillo. En el momento era un buen plan porque nadie esperaría que usará algo así. Y no saldría como él mismo, no señor. Cuando soñaba con estas cosas, aparte de que había alguna especie de continuación, había siempre algún idiota que no lo dejaba en paz. ¿Qué tenía de malo estar por su cuenta en paz y tranquilo?, era un sueño, no necesitaba niñeras…

- ¿Qué tal? - Le preguntó al pequeño león que se subió en donde no debería de subirse, opacando el espejo.

Le daba risa que Natsu estuviera tan sorprendido. Se le iban a salir los ojos. Santo Dios, ¡hace mucho que no veía algo así!

- No seas así. - Se medió quejo, apartándolo del peine. - No puedo ir a una peluquería, y ni siquiera estoy haciendo el trabajo completo. - En realidad, solo estaba bajando un poco la parte más larga. Mayormente porque no necesitaba que Mukuro se lo arruinará otra vez. Y no quería que se enredara de nuevo… - No es para tanto… - Agregó ante el león que no cambio de expresión.

Necesitaba un corte de pelo, desde hace años, pero bueno. No era importante, y no molestaba. Así que se quedó así. No había otra razón, a menos que contará que le valía un colmillo casi todo. 

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