Capítulo 14

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Todo fue muy tranquilo para su gusto desde que bajo de su habitación, no era que le disgustara ni nada, pero simplemente no era del todo bueno... en lo absoluto para ser honesto. Su familia nunca fue tranquila en lo más mínimo de la palabra, solamente cuando la situación lo requería... y si sus vidas dependían de ello, y esta última no era necesariamente cierta... Con un encogimiento de hombros continuó su camino hasta la cocina, al menos podría ayudar a su mamá un rato antes de irse. Quizás para él no era mucho, pero para su mamá si lo era o eso solía decirle, aún así nunca la cuestionó y no comenzaría ahora. Sin embargo, para su asombro y curiosidad ella estaba más contenta de lo normal, pero incluso con toda la curiosidad que tenía no se atrevió a preguntarle nada, por un lado era mejor así, por el otro sabía que lo más probable era que no obtuviera una respuesta... al menos no una sincera. Se despidió del resto de la familia y tomó solo una rebanada de pan antes de irme corriendo, no tenía mucha hambre y no quería tener que contestar ninguna pregunta al respecto tan temprano en la mañana.


Y como se había hecho costumbre, corrió hacía la escuela lo más rápido que podía, siempre lo hacía cada vez que quería serenarse y pensar, también lo hacía sentir físicamente tranquilo y olvidarse de todo mientras continuará corriendo, era una buena estrategia cuando necesitaba cuando todo se estaba saliendo de control... no era que estaba ocurriendo eso, simplemente era mejor hacer planes por si ocurría algo, lo cual siempre pasaba tarde o temprano. Solo esperaba que sus amigos tomaran bien haberlos abandonado otra vez, no creía que les gustara mucho y no recordaba haber hecho este tipo de prácticas hasta su último año, pero de nuevo, él no era de este tiempo y probablemente tan poco era bienvenido... Así que solo le quedaba esperar y ver, hiciera lo que hiciera igual no podría cambiar nada, pero al menos podía recordar e intentar ayudar en lo que pudiera, no era mucho pero es lo único que podía hacer a cambio de todo lo que le estaban dando, solo esperaba que fuera suficiente con eso...


Al llegar a los terrenos del liceo, no se sorprendió mucho al no ver a nadie a excepción de Hibari-san, como siempre, el gran prefecto se encargaba de que todo estuviera en orden, sin importar nada. No pudo evitar sonreír un poco al ver un determinado llavero en su bolsillo, y al ver a Hibird volando tranquilamente alrededor de su dueño, cantando el himno de Namimori... Era una vista rara, pacífica, así que la aprecio mucho antes de seguir su camino al interior de la institución, con la mirada seria y profunda de Hibari-san detrás de él, fijos en su espalda hasta salir de su vista. Hibari suspiro y luego saco su celular, eran las 6:55, a pesar que debería de estar contento con que llegará temprano, no lo estaba, pues ya no tenía esa excusa para morderlo hasta la muerte... y los otros herbívoros no era rivales para él. Miro al pequeño pájaro amarillo guindando de su celular suavemente...


Hm... aún había tiempo, así que no podía morder a nadie hasta la muerte todavía, la espera valdría el tiempo de todos modos... estúpidos herbívoros...


- Buenos días Hibari-san.


Levanto una ceja, esto era nuevo... El Omnívoro se acercó con una pequeña sonrisa hasta detenerse delante de él, algo muy inusual, más no imposible... Sintió que tomo una de sus manos y tan rápido como tomo sus tonfas para morderlo hasta la muerte por atreverse a tocarlo, lo soltó...


- Espero que sea de tu agrado... hasta luego...


Y se fue antes de que pudiera ponerle un dedo encima y morderlo hasta la muerte... Miro hacia abajo, en su mano abierta se encontraba una especie de llavero... muy parecido a Hibird... sonrió levemente y lo coloco en su celular, el Omnívoro era muy interesante...

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora