Capítulo 50

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-... Tsu-Tsu, no es por nada, pero... - Los tres solo tenían una conclusión: –tus amigos son raritos. – Asuna miro al chef. – Sin ánimo de ofender señor, su hijo es el más normal.


-... No pasa nada señorita... - Estaban toditos metidos en la mafia, y todos en la mafia tenían al menos dos tornillos sueltos... - ¿Les sirvo algo más?


Para Tsuyoshi era casi irónico, y muy divertido, ver a esta parejita feliz y al padre de la chica de lo más tranquilos... sacándole toda la información posible a los amigos de Tsuna. Tsuna, por su parte...


- ¿Quieres otra tanda? – Le convido al chico que se había sentado en frente de la barra, intentando hablar con su hijo al mismo tiempo que devoraba algunos aperitivos.


- Si, por favor, esto esta delicioso como siempre... - Tsuna estaba disfrutando de la comida, y también estaba tratando por todos los medios de actuar normal.


Era un poco difícil de hacer tomando en cuenta que Ryo, Nee-chan, y Nii-chan estaban en su "labor" de evaluar sus amistades y determinar si tenían alguna clase de peligro para el, de que sus amigos lo estuvieran viendo como si vieran a un fantasma y de broma reaccionaran... y finalmente tuviera dos pares de ojos encima, dos pares de ojos que parecían querer matarlo con la mirada. Un par pertenecía al prefecto demonio, quien estaba en una esquina con los brazos cruzados y parecía irritado con él por alguna razón, y el otro par... el otro par pertenecía a cierto asesino a sueldo que en verdad estaba más que molesto con él. Francamente, si Tsuna hubiera tenido al menos la corazonada de que podría conseguirse con Reborn, hubiera quemado todos los rastreadores en lugar de dejárselos a una pobre señora en la calle.


-... ¿Puedo preguntar porque todo esta tan decaído?, solo usted parece no afectado... - "Usted y Reborn, los demás...", era simplemente extraño.


- Aparentemente tienes unas cuantas quejas y molestias que nunca has sacado a la luz, ¿me equivoco Tsunayoshi? – Eso fue lo único que dijo el señor, dándole una mirada entre divertida y exasperada. – Muchos aún no saben cómo tomarlo, incluyendo a Takeshi.


-... Ah. - ¿Qué más iba a decir?, estaba un poco... - No se suponía que lo oyeran... - Pero ya que lo hicieron... - Yamamoto, hey, Yamamoto~ - Tsuna hizo una mueca, y suspiro profundamente antes de pisar al beisbolista con todas sus ganas:


- ¡Carajo! – Le habían pisado el dedito chiquito del pie, eso dolía y dolía mucho...


- Ahora que tengo tu atención... - Takeshi pestañeo varias veces, notando ahora que tenía a Tsuna delante suyo y le estaba ofreciendo sushi. - ¿Quieres?, hablemos un rato, tu papá fue muy amable en decirme que es lo que sucede... - Y también porque rayos Reborn estaba tan molesto...


-... No, estoy bien así, gracias Tsuna. – No tenía animo de-


- Tú te lo pierdes, luego no te me quejes. – "No voy a compartir si quieres más tarde." – No estoy molesto contigo, ni con nadie, a decir verdad, Yamamoto. Te estas preocupando por nada.

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