Extra 6: Si Reborn No Hubiera Interferido Tanto...

746 30 31
                                    

-... venir? - Era una buena cosa que los guardianes del Décimo no lo hubieran esperado.

O supieran que su jefe se había escapado una vez más, incluso en el mismo vuelo en donde todos estaban. Era altamente irónico, incluso luego de tanto tiempo.

- No estoy segura de que los chicos quisieran Tsuna-san. - A un par le valía un colmillo, y otros le daban mal de ojo por solo Dios sabe qué.

El Décimo Vongola no se levantó del banquillo, solo ladeo la cabeza y se rio entre dientes, negando con la cabeza justo después como si encontrara algo tonto. Tan pronto saliera, quería arrancarse el pelo ante lo que encontraría. Luego nadie entendía porque diantres el jefe de Vongola se escapaba sin decir absolutamente nada, queriendo un descanso o queriendo evadir el caos que ocurría, o vendría a saludar.

- No pregunte su opinión. - Encogiéndose de hombros, el Décimo le recordó: - Si tienen algún problema me temo que tendré que darles alguna misión... - Y no recordarles que, técnicamente hablando, nunca fueron invitados. - Claro que, si prefieres quedarte aquí, no te culpo. - Era más seguro estar aquí, en el avión, con toda la seguridad que este ofrecía.

En realidad, era mucho más seguro estar en cualquier lugar lejos del Décimo y sus guardianes. Relativamente hablando, claro está. A donde ellos iban había una alta probabilidad de que habría caos, lo cual terminaría con la persona en frente de ella con terribles dolores de cabeza, papeleo, y pidiendo paz mental.

A veces Akane no podía evitar preguntarse si los chicos podían ser tan ciegos, era bastante obvio que el Décimo no apreciaba tener trabajo extra ni pasar el día entero en su oficina, o recibir las malas noticias de un desastre. Tristemente así era, de otra forma no tomarían tan bien el hecho de que su jefe se les escapara como un simple accidente o que "se le pasó el tiempo". Ahora, si tan solo fueran así con ella también...

- De acuerdo. - Solo esperaba no causar más problemas para el Décimo. - ¡Pero solo si me lleva de compras! - Estaban en Francia, no podía perderse esa oportunidad. ¿Qué chica lo haría?, no solo iba a conseguirse linda ropa, eso era seguro.

- ¿Oh? - Si bien ambos sabían que eso era una broma, Tsunayoshi igual le sonrió y le arqueó una ceja. - ¿Ahora también debo de llevarte y pagar por lo que quieras? - Si no sonara tan divertido y si no hubiera visto de primera mano cómo su familia básicamente saltaba los permisos y le dejaban toda esa parte a él como si fuera algo de lo más común de la vida, Akane se preocuparía o comenzaría a entrar en pánico. - Quizás otro día, hoy solo quiero... - Se apagó, dejando de sonreír y mostrando cuán cansado realmente se sentía.

Akane sabía que Tsunayoshi no deseaba estar aquí, no deseaba este viaje, y mucho menos deseaba estar pendiente de nadie o de nada. Eso no quería decir que igual no la tomó por sorpresa, el Décimo tenía gran práctica y facilidad en ocultar cosas que no quería que otros supieran. Era algo tanto positivo como negativo.

- Estás de suerte. - Sonriendo en grande, le confesó: - Venir a Francia no es algo de todos los días, así que tengo todo un recorrido planeado. - Planeaba hacerlo sola, pero ya que estaban en esto... - Y hay un par de sitios con spa que no nos podemos perder~ - Entre otras cosas menos importantes.

Una larga noche de sueño sin tener que preocuparse de nada debería de hacerle un bien. Sería un desafío hacer que inutilizara su teléfono y cambiará por completo su vestuario o-

- ¿Viper, Hibiki o Tsubaki?

O tal vez se estaba preocupando demasiado.

- Tsubaki sería lo ideal, pero lo has usado las últimas veces. - Y la gente no era tan tonta como para caer tantas veces con el mismo si no había un cambio. - ¿Qué tal Akira? - El dulce, pero agresivo y sarcástico Akira, quien no tenía reparo en quien tuviera al frente para pasar a las armas pesadas.

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora