Capítulo 75

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-... de verdad crees eso? - Internamente suspiro profundamente, pero por fuera solo se limitó a seguir con las suaves caricias a un cabello que realmente necesitaba un corte. No sabía cómo no le molestaba a Tsu, pero bueno.

- Habla quién hace solo unas horas casi le vuela la cabeza a Squalo por pegar un grito demasiado cerca. - No, no lo estaba inventando y tampoco se estaba preocupado o riendo. Tenía la mejor cara de póker que podía usar en el momento.

Tsu se sonrojo como un tomate de la vergüenza ante el recordatorio. Aún quería disculparse, estaba seguro. No era algo exactamente nuevo si la reacción de Squalo decía algo. Más bien fue un asunto de risas, para bien o para mal. 

- No deberías dudar tanto de lo que puedes hacer. - Repitió pacientemente, pidiendo paciencia. - No deberías avergonzarte de ti mismo, has hecho y harás muchas cosas buenas. - Paciencia, señor, paciencia por favor. - ¿Realmente crees que Varia es tan amigable contigo solo porque sí?, te garantizo que te lo ganaste Tsu. - No debería de dudar de ese tipo de cosas, pero a este punto ya no le sorprendía. 

Más bien tenía molestia por como Varia tenía tanta facilidad en tratar con Tsu. Con ambos. Era casi envidiable. Juguetones, bromistas, y sin miedo de salir con un golpe o una mala respuesta. Lo más malo que se habían ganado era el golpe que casi se lleva Squalo hace unas horas por gritar demasiado cerca de Tsu. Fue una reacción mayor mensajes instintiva, si la forma en la que Tsu quedo por un par de segundos luego del hecho decía algo. Squalo no fue sorprendido, por la sonrisa socarrona que agarro y por como esquivo el ataque. Agradecía a Squalo por bromear y medio burlarse de Tsu para que no se disculpara como si no hubiera mañana. No era el único que prefería el sonrojo de la vergüenza y los ojos amplios, o el pánico para negar las cosas. 

El resto de los chicos sí que debían envidiar a Varia, pero eso era lo de menos. De verdad que era lo menos-¡Puff!

Por una leve fracción de segundo puso mala cara internamente. Dudaba muchísimo que esto hubiera sido un accidente, las probabilidades eran menores al 1%. Luego, cayéndole como una piedra en la cabeza, vio las posibilidades, la oportunidad. Si su yo de este tiempo quería algo de su época, bien por él. No era el único en-

- No puedes salir de esta habitación. - Llegó la advertencia tan pronto había decidido moverse, justo a tiempo para que el humo rosado se disipara en su totalidad. - No puedes. - Repitió el chico de todos sus dolores de cabeza. O al menos lo seria en 10 años.

No recordaba que su estudiante tuviera tantas agalladas en este tiempo. Debería de estar temblando o muy nervioso, no mirarlo de frente con un rostro cuidadosamente neutro de emoción. Tenso, listo para correr o atacar, era indeciso por los momentos. Estaba en piyamas, indicando que esto quizás no estaba tan planeado como pensó.

- ¿Quién lo dice? - No tenía tiempo para estupideces. Solo tenía 5 minutos. - ¿Tu? - Se controló de no soltar algo hiriente a duras penas. Por más familiar que fuera, se había jurado así mismo no volver a usar el apodo que había perseguido por demasiado tiempo a este chico.

Era estúpido molestarse, debería de aprovechar para advertirle todo a este Tsu. Si tan solo supiera que no iba a hacer oídos sordos y a bajar la cabeza lo haría con gusto. No, tendría más éxito amenazando a todos los demás. O mejor aún: dejándole las advertencias directamente grabadas a su yo de este tiempo. No era exactamente tarde para buscar otros guardianes, unos más capaces, unos que si fueran a apreciar al chico que sería su hijo. 

Curiosamente, se dio cuenta un poco tarde, su aura, su intento de intimidación y su simple presencia no parecía afectar al chico que tenía justo en frente. Solo verlo intimidaba a muchos, incluso hombres adultos y bien entrenados se hacían en sus calzones cuando aparecía. Este pequeño renacuajo, quién solo lo había conocido bajo la tierna forma de un bebé hasta ahora, debería estar muy asustado como mínimo. Y en su lugar…

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora