Capítulo 23

1.7K 154 53
                                    

-... Mamá... - Dijo por quién sabe cuanta vez esa mañana, tenía un tic en el ojo izquierdo. - ¿No crees que estas exagerando un poco? – No importa lo que le dijeran, como se lo dijeran ni para que se lo dijeran...


- Solo has silencio Tsu-kun, arruinaras la sorpresa~


El tic aumento, pero sin ninguna otra opción que no involucrara hacer llorar a su madre, ganarse un buen castigo o hacer alguna pelea, Tsuna se retiró a su cuarto y se encerró allí, encendiendo su reproductor de música. León era un salva vidas, sin duda alguna, él ni se acordaba de que existían los accesorios que Spanner y los otros le habían creado en este tiempo... No solo tenía que darle las mil y un gracias al camaleón, pero a ellos también por incluir un reproductor de música en todo el asunto...


- ¿Te vas ya? – No pudo evitar preguntar, aunque no tenía mucho sentido que se quedara...


León solo pareció sonreírle y salto de su cabeza hacia su escritorio. Si León fuera un camaleón normal, Tsuna hubiera estado bastante sorprendido, pues ese fue un salto bastante épico para un camaleón, pero de por si León era simplemente épico. El camaleón pareció reírse de él y comenzó hacer un mini desastre, hasta que...


-... ¿Y eso es...? – León solo lo miro con esos grandes ojos amarillos, y con su cola presiono un botón... -... ¿Unos audífonos? – Se preguntó al oír música, pero su curiosidad se convirtió en más felicidad al oír mas... - Oh Dios mío, como me encanta esa canción...


León asintió, dejo el objeto allí para que lo examinara y sin duda sonriendo divertido al oírlo tararear la canción que se estaba reproduciendo, y se lanzó de nuevo a hacer desastre... No tardó más de dos minutos en encontrar el otro objeto...


Desde la almohada, León sonrió y abrió un ojo perezosamente, esperaba al menos un chocolate, o una galleta, tenía hambre y Tsuna sabía sobre buenos postres... Además, tal vez fue una excelente idea, el Tsuna de este tiempo había comenzado a curiosear con la música (¿Qué adolescente no lo hacía?), y este Tsuna aún era joven... Estaba casi seguro de que debía de gustarle la música, y le serviría de buena entretención por no hablar de impedirle matar a nadie si lo sacaban de sus casillas (que era lo más seguro tomando en cuenta que la otra película saldría dentro de poco). Y debía admitir... era bueno verlo tan feliz, lo único malo era...


- Riyuu nante iranakkatte ano hi... - Tarareo Tsuna en voz baja acostado al lado del camaleón.


... que era un buen cantante, y cuando su amo se diera cuenta, saldría la tercera parte de la película o quizás incluso haría un concurso y lo metería (a obligado por supuesto) con la excusa de que eso le ayudaría a superar sus miedos. Aparte de que Tsuna no lo iba a dejar dormir, esto solo le hacía preguntarse cuantas lenguas sabía... más de cinco seguramente.


Lo único que no sabía León era que Tsuna había puesto la canción casi a un volumen que... bueno, no oiría a nadie fácilmente. Tsuna en verdad no quería saber nada más del asunto que ocurría escaleras abajo, absolutamente nada... De hecho, el pobre chico ni siquiera sabía exactamente para que estaba haciendo todo eso su madre, pero podía darse una muy buena idea del porque y eso solo lo ponía aun de más mal humor. Francamente no la podía culpar, más eso no quería decir que iba a sonreír, apoyarla y ayudarla... porque él no le iba a mentir, al menos no tan descaradamente... esos días murieron hace mucho, mucho tiempo.

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora