Capítulo 52

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[ Red ]

Está pasando en verdad.

Black está delante de la pared golpeando con sus puños el cemento duro con todas sus fuerzas.

Su cuerpo, que sólo lleva bóxer, transpira y parece tan enojado por la forma en la que sus músculos se tensionan.

–¡¿Qué carajos?! –me pregunto, mientras veo como sus puños se lastiman cada vez más con cada piña que da, y cómo sus nudillos rojos quedan marcados en la pintura blanca.

¿Hace cuánto tiempo está haciendo esto para tener así sus manos?

–¡Black! ¡Black!–. Grito con todas mis fuerzas, pero claramente no va a escucharme.

Estoy segura que debe haber despertado al barrio entero. Debo detenerlo, cualquiera pensaría que está haciéndole daño a alguien, o llamarían a la policía.

Con miedo me acerco. Él no deja de golpear y mi estómago tampoco deja de dar vueltas.

–¡Ey! ¡Ey!–. Mis manos temblorosas no saben de dónde sostenerlo. Sus movimientos son bruscos y estoy segura que si lo asusto y me pega, va a destrozarme por completo. Su boca susurra la misma frase una tras otra vez, pero no puedo entender que dice.

Debo detenerlo, se está haciendo demasiado daño.

Sin dudar un segundo más, de puntas de pie lo agarro por la espalda, y me cuelgo de sus brazos mientras grito en su oído:

–¡Black! ¡Black despierta!

"Despierta" porque estoy convencida que ese no es el hombre que duerme a mi lado, que está inmerso en un sueño oscuro o que algo está sucediéndole y eso se apodera de él.

Sus brazos mojados siguen intentando zafar de mí, y sus codos golpean mis costillas en el movimiento de flexionarse y estirarse nuevamente para largar tirar otra piña más.

–¡Escúchame Black! ¡Soy Red! ¡Escucha mi voz! –grito con más fuerza aun, aguantando cada golpe que me sorteo por estar inconsciente. Su pecho sube y baja rápido por la agitada respiración. –¡Escucha mi voz! ¡Escucha mi voz!–. Sigo insistiendo con mis gritos, hasta que siento que sus movimientos comienzan a detenerse. –Escucha mi voz. Black. Detente –digo suspirando con el último aliento que queda en mí.

Sus brazos bajan hacia el costado de su cuerpo lentamente, haciendo que mis manos resbalen con su transpiración. Lo suelto, mientras intento mantenerme de pie. Sus respiraciones son fuertes y profundas, puedo sentirlas. Sus manos todavía cerradas cómo puños son las últimas en relajarse.

Con mi brazo busco apoyo en la cama, mientras intento tomar aire. Me duele el cuerpo, duele demasiado, pero eso es lo que menos importa en estos momentos.

El timbre suena. Sabía que no iba a demorar mucho que un vecino se acerque preocupado.

Miro a Black, él está congelado dónde lo dejé. 

Debo atender porque él claramente no está en condiciones de hacerlo.

El timbre vuelve a insistir. Tomo aire y camino hacía la puerta robando en el camino una de sus camisas. 

Cruzo la sala y el angosto pasillo hasta llegar a la entrada. Con mis manos busco apoyo de las paredes, la falta de aire nubla mi vista.

Sólo debes fingir unos segundos.

Enderezo mi cuerpo, peino mi cabello y tomo una calada profunda de aire.

do aire profundo abro un poco la puerta sacando mi cabeza ligeramente.

Mardi Grass || TERMINADA || +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora