[ Red ]
–Ustedes –señala a las seis personitas que observan la situación y opinan al respecto– Conmigo –ordena Destiny guiándolas al auto de Sugar.
–Manejas tu ¿verdad?
–Así es.
–Está bien –volteo para ir hasta el Mustang, cuando de repente recuerdo un pequeño detalle. – ¡Peige!
–¿Qué? –responde a la distancia.
–Vienes conmigo – y continúo avanzando, pero cuando no escucho sus pasos detrás de mí me percato que no está moviéndose. Detengo mi cuerpo y volteó para ver qué sucede. Congelada me observa. – ¿Qué ocurre?
–No quiero morir –responde aterrorizada.
Sin poder evitarlo, revoleo los ojos por su exageración. – Nadie morirá.
–¿Estás segura que no me invitas a ir sólo porque quieres deshacerte de mí?
–Peige si quisiera deshacerme de ti lo hubiera hecho hace un tiempo atrás. Además, te dije que vengas conmigo porque eres la única que aún no me acompañó, pero puedo llamar a alguien más si es eso lo que deseas.
–Quiero ir, sólo que...
–¿Vienes o no? –pregunto dando un ultimátum a la situación. No tengo tiempo que perder.
–Está bien –responde todavía dudando y nerviosa.
La multitud empezó a gritar, y junto a ella los autos empezaron a tronar. Max subió a su BMW y está armando un espectáculo en el centro, quemando cubiertas y recibiendo ovaciones de sus amigos cavernícolas.
Sin hacer mucho aspamento, subo al Mustang rojo y me dirijo a la zona de partida.
La mayoría de los presentes sabe claramente cómo terminará esta carrera, pero pretendo cambiar los patrones. Si se tratara de juego limpio sería demasiado claro pensar que la victoria es para mí, pero claramente nuestro amigo Max tiene fama de jugar sucio y de ganar siempre con trampa. Además, debemos ser realistas y considerar otro tema con bastante influencia de por medio; ¿Acaso una mujer podría ganarle? Vivo haciéndolo, avergüenzo a muy buenos conductores, pero ¿podría hacer lo mismo con Max hijo de papi Kaya? Jamás.
–Maldito mundo machista.
Por esa misma razón, cuando acepté su desafío, las miradas confundidas se posaron en mí. Soy consciente que, si dependiera sólo de mis habilidades sería demasiado fácil ganarle, pero esta situación no es así y estoy arriesgándome a caer en alguna trampa o enredo sucio. Riesgo que estoy dispuesta a correr si eso significa sacar al idiota de la vida de Sugar.
Peige, totalmente ajena al lugar y al protocolo de las carreras, empieza a desesperarse poco a poco. Puedo notarlo por su respiración agitada y sus manos temblorosas. Tanto es el miedo que siente que prosiguió a colocarse el cinturón de seguridad, cosa que jamás hizo a mi lado desde el primer momento en que la recogí aquella noche de su casa.
–Ey tranquila –intento calmarla al ver cómo su temblor aumenta, pero cómo si no me escuchara mira perdidamente el revuelo del lugar. – ¡Ey! ¡Mírame! – insisto, esta vez con un tono de voz más elevado.
–¿Qué?
–¿Estás bien? ¿Te sientes en condiciones? –tomo sus manos cálidamente para cesar el temblor. Sin responder, niega con la cabeza. – ¿Quieres bajar? Todavía estás a tiempo.
–No –aprieta mis dedos con fuerza.
–Entonces tranquila, todo estará bien.
–Lo sé.
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Mardi Grass || TERMINADA || +18
AcciónFiestas, deseos y éxtasis. Asi es la vida de Red, una stripper de Nueva Orleans quién conocerá a alguien que cambiará su vida por completo. [+18] ✓Primer libro de la saga: Lo cambias todo. | SINOPSIS en los capítulos | Está expresamente prohibido co...